Este artículo se publicó hace 15 años.
Las Cortes de Aragón muestran la fotografía sencilla e introspectiva de Cualladó
Las Cortes de Aragón acogen desde hoy y hasta el 15 de diciembre una muestra de las fotografías de Gabriel Cualladó (Massanassa, Valencia, 1925-Madrid, 2003), cuya mirada sencilla, introspectiva y humanista de la realidad le convierten en uno de los referentes más importantes de la fotografía española.
La exposición "Gabriel Cualladó en la Colección del IVAM" se compone de 32 obras, de las más significativas del fotógrafo valenciano y que se enmarcan en la denominada "Fotografía Humanista", en tanto en cuanto son no un espejo de la sociedad, sino la representación de ella misma.
Cualladó, según la directora del Institut Valencián d'Art Modern, Consuelo Císcar, captura imágenes que forman parte de la "memoria colectiva" y del "imaginario" español, componiendo un "álbum familiar" y convirtiéndose en un "referente" de las preocupaciones sociales del principios del siglo pasado, al colocar a las personas en el centro de su obra.
El conservador de fotografía del IVAM, Josep Vicent Monzó, presente en la inauguración de la muestra, ha insistido, en la presentación del artista, que hablar de Cualladó es hablar de "sencillez y creatividad pura", puesto que el fotógrafo, un hombre autodidacta, "aprendió que no era necesario ir a buscar temas fuera de lo que uno conoce", sino que éstos se tienen "alrededor".
Son fotografías directas, sin esteticismos ni eufemismos, según reza el catálogo de la exposición, con un respetuoso acercamiento a los personajes y una gran habilidad para el contraste y los encuadres.
Obras como "Mi madre", "Niños en el camino", "Vieja en la estación de Atocha", "Gitanilla", "Hermana de Maruja con nena" o "Niña peinándose" muestran una clara intuición para adivinar el momento más elocuente y su capacidad para captar un gesto o una postura.
Por tanto, la intención de la exposición, reitera Consuelo Císcar en el catálogo, es que el público valore y disfrute el trabajo de este consagrado fotógrafo que recupera la memoria histórica "mirando simplemente a la vida" y que destaca, además, por ser el primer coleccionista de fotografía en España.
Josep Vicent Monzó ha hecho un repaso por la trayectoria de Cualladó, que comenzó a trabajar en una época, los años 50, en la que la fotografía estaba totalmente controlada por las agencias oficiales y en la que los autores estaban sometidos a una férrea censura, primero, que derivaba en una clara autocensura.
Con la llegada de los años 70, Cualladó comenzó a reivindicar la fotografía en una nueva situación política y fue capaz, además, de mantenerse activo hasta el momento de su muerte, incorporándose a los nuevos movimientos, como autor y como coleccionista.
La secretaria primera de las Cortes, María Herrero, ha recordado por su parte la colaboración existente entre el Parlamento autonómico y el IVAM desde el convenio firmado por ambas instituciones en el año 2000.
Gabriel Cualladó recibió en 1992 el Premio Europa de Fotografía; en 1994 el Premio Nacional de Fotografía otorgado por el Ministerio de Cultura, y en 2002 el Premio Alfons Roig concedido por la Diputación de Valencia.
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