Este artículo se publicó hace 14 años.
Crece la presión sobre Toyota antes de ir al Congreso de EEUU
Un documento que dice que Toyota Motor ahorró más de 100 millones de dólares (unos 73 millones de euros) al hacer que reguladores de Estados Unidos aceptaran un arreglo barato para unos problemas con el acelerador de sus coches aumentó la presión sobre el presidente de la empresa al llegar a Washington.
Akio Toyoda testificará esta semana ante el Congreso en un intento por contener una crisis de seguridad que amenaza la reputación y el éxito continuado del fabricante de automóviles en un mercado que la ha convertido en un líder mundial.
En los últimos meses, Toyota ha revisado más de 8,5 millones de vehículos en todo el mundo por problemas como aceleradores trabados, aceleradores que pueden ser presionados por alfombrillas sueltas y un fallo en los frenos de sus modelos híbridos.
Los reguladores creen que cinco muertes están asociadas con las alfombrillas y están revisando otras 29 para ver si están relacionadas con la aceleración involuntaria.
Un documento interno de 2009 entregado a los congresistas y difundido el domingo muestra que el personal de Toyota en Washington dijo haber ahorrado más de 100 millones de dólares cuando convenció a los reguladores para que terminaran una investigación de 2007 sobre quejas por una aceleración repentina con una retirada de de alfombrillas relativamente barata.
Es muy probable que el documento aumente el intenso debate sobre si Toyota ignoró las advertencias acerca de la aceleración repentina en sus vehículos, y si los reguladores de Estados Unidos fueron lo suficientemente estrictos.
"Los inversores siguen reacios a comprar papeles de Toyota, dada la incertidumbre sobre cómo resultarán las audiencias en el Congreso", dijo Fumiyuki Nakanishi, jefe del departamento de información para inversores de SMBC Friend Securities.
"Posiblemente veremos una mayor venta de papeles de Toyota y la compra de acciones de Honda", agregó Nakanishi. Honda Motor subió un 2.8 por ciento, en línea con el referencial Nikkei de la bolsa de Tokio.
Sus acciones perdieron un 19 por ciento en enero, pero se han estabilizado en las últimas 10 sesiones. El domingo Toyota reiteró que estaba llevando a cabo una revisión exhaustiva de todas sus operaciones.
"Nuestra primera prioridad es la seguridad de nuestros clientes y concluir algo distinto tomando como base una presentación interna es equivocado", dijo la compañía.
Pero el Departamento de Transporte de Estados Unidos indicó que el documento resalta la lenta respuesta de la empresa japonesa a los problemas de seguridad.
"Desafortunadamente, este documento es muy revelador", escribió la portavoz del Departamento Olivia Alair en una declaración enviada por correo electrónico.
La empresa ha lanzado una campaña pública para convencer a los clientes de que está haciendo frente a los problemas. Sus ventas en Estados Unidos cayeron un 16 por ciento en enero y ha calculado que las revisiones le costarán 2.000 millones de dólares a nivel operativo en el año fiscal que termina en marzo.
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