Este artículo se publicó hace 15 años.
La crisis de Dubái y la paralización de la moneda única posibles ejes de la cumbre del Golfo
La crisis financiera desencadenada en Dubái y la paralización temporal de la puesta en marcha de una moneda única van a ser algunos de los asuntos centrales de la XXX cumbre de Jefes de Estado del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que comienza mañana, lunes, en Kuwait.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los seis países miembros del CCG (Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) ultiman hoy los preparativos de esta cumbre, de la que se cae de la agenda el asunto de la puesta en marcha de la moneda única para la zona y, en su lugar, previsiblemente, se anuncie una especie de moratoria cargada de buenas intenciones pero sin demasiada concreción en las fechas.
En cambio, y aunque el temario no está cerrado aún, puede que en la cumbre, que concluye el próximo martes, entre con fuerza la cuestión de la crisis financiera desencadenada en Dubái y cuyas consecuencias pueden afectar a toda la región.
Precisamente, los analistas consideran que la crisis de Dubái es uno de los motivos esenciales para que la anunciada puesta en marcha de la moneda única quede aplazada para mejor ocasión.
En este sentido, fuentes kuwaitíes dijeron a Efe que "aunque en la reunión se abordará el asunto de la moneda única, la impresión que se tiene es que no va a entrar en funcionamiento ante las reticencias mostradas por Omán y Emiratos Árabes Unidos", federación de la que Dubái y Abu Dhabi son sus miembros más fuertes.
Las fuentes indicaron, igualmente, que en la reunión está previsto estudiar la crisis de Dubái y sus repercusiones y consecuencias a corto y medio plazo.
El pasado 25 de noviembre, el consorcio público Dubai World anunció que iba a renegociar con sus acreedores una reprogramación de sus vencimientos de deuda por un monto de 26.000 millones de dólares.
Sin embargo, el Gobierno de Dubái ha descartado cualquier riesgo de suspensión de pagos en la deuda pública del emirato, si bien precisó que no se otorgarían garantías adicionales a los acreedores de Dubai World, a los que pidió que afronten sus propias responsabilidades.
Recientemente, las autoridades financieras de Dubái calificaron de "psicológica y muy fuerte" la reacción de los mercados internacionales ante la crisis desencadenada, en un momento en que, tras la gran perturbación creada en el mundo por la quiebra de Lehman Brothers, las bolsas se estremecen ante cualquier sacudida inesperada.
De hecho, los analistas tienen la impresión de que, al menos de cara a la opinión pública, el mensaje que las autoridades de Dubái quieren enviar es que se tiende a normalizar la situación generada por la crisis de Dubai World, si bien han dejado claro que en tiempos de crisis "los negocios han de ser más eficaces y han de estar dispuestos a encarar la nueva situación."
De este modo, lo que se prevé que salga de esta cumbre no pasará de ser una declaración de buenas intenciones de contenido muy genérico, en la que se mencionarán aspectos como medio ambiente, derechos humanos, defensa y seguridad, así como otros de índole política, económica y financiera, en particular lo tocante a la crisis internacional.
En la cumbre podría hacerse hincapié, asimismo, en las recomendaciones del informe publicado ayer, sábado, por el Secretariado General del CCG (cuya presidencia de turno ostenta actualmente Kuwait) y que inciden en las consecuencias de la Unión Aduanera y del mercado común de la zona, en vigor desde 2003 y 2008, respectivamente.
En el informe se analizan las consecuencias que ambos procesos han tenido en la vida de la región y se indica que, en general, han tenido efectos beneficiosos para las ciudadanos.
El número de personas que han viajado entre los estados miembros del CCG ha pasado de 4,5 millones en 1995 a más de 15 millones en 2008, como resultado de la apertura generada por la unión aduanera.
Asimismo, los intercambios comerciales han crecido exponencialmente desde la entrada en vigor de la unión aduanera, hasta el punto de que si en 2003 la cifra global fue de unos 20.000 millones de dólares (frente a los 15.000 millones de 2002, el año previo a la entra en vigor de la unión), en 2008 la cifra se situó en 65.000 millones de dólares.
Fernando Prieto Arellano
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