Este artículo se publicó hace 16 años.
La crisis económica acaba con los compradores compulsivos de rebajas
La crisis económica ha acabado con los compradores compulsivos, al menos, durante el primer día de rebajas, una jornada marcada por las ganas de los comerciantes de recuperar la buena marcha de las ventas y por la tranquilidad de los consumidores, que no han tenido prisa en gastar.
Son casi las diez de la mañana y la habitual acumulación de gente preparada para dar pisotones y empujones para acaparar las mejores ofertas no se entrevé por ningún lado.
Algunas señoras, sentadas en los bancos de plaza Catalunya aprovechando el fresquito de las primeras horas del día, se preguntan por qué hay tantas cámaras de televisión delante de los comercios y no se dan cuenta de que hoy es día de gastos, día de rebajas.
Finalmente, en unos grandes almacenes, delatados por su eslogan "Rebajas, mejores que nunca", deciden que las pocas personas que esperan la hora de apertura repartidas en diferentes accesos, se reúnan en una sola puerta para no perder la tradición y conservar las imágenes de gente corriendo hacia dentro.
Hoy, día 1 de julio, unos 100.000 comercios en toda España y unos 30.000 establecimientos en Cataluña comienzan el periodo de rebajas de verano, con descuentos de hasta el 50% desde el primer día para dinamizar las ventas.
"Antes la ropa no se ponía a mitad de precio hasta mediados o finales de agosto, ahora las rebajas son mayores desde un principio para que la gente se anime y compre", explica una dependienta de una tienda de ropa y complementos para la mujer.
Isabel ha sido madrugadora pero sabe lo que quiere: "Yo he venido por un pantalón pero como no lo he encontrado, pues me voy porque comprar por comprar... Nada de nada!".
Dos señoras susurran, entre perchas y bikinis, que "la gente está muy mal porque no hay dinero" y que este año eran "cuatro gatos para entrar" y que no había habido bofetadas como otras veces.
La tónica general de la situación es evitar la compra compulsiva y buscar un producto en concreto: un parasol, un conjunto de ropa interior, un traje... Aunque la frase "a ver si encuentro algo más" invita a salir de las tiendas con más de una prenda.
El director de relaciones externas de El Corte Inglés, Jordi Pintó, se muestra optimista con el inicio de rebajas y afirma con seguridad que la afluencia ha sido de unas 300-400 personas, igual que años anteriores.
"La climatología o el periodo de crisis ha provocado que haya ventas irregulares, pero con descuentos del 50% y con la gran cantidad de artículos que hay esperamos que la gente compre", explica Pintó.
Según el secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miquel Ángel Fraile, los comercios han acumulado entre un 15% y un 20% de stock más que el habitual, "suficiente para hacer una campaña potente".
Este verano se espera un gasto por persona de 220 euros, superior al del año pasado que fue de 200, y de este importe, un poco más del 50% irá destinado a la ropa y a los complementos y el resto a productos del hogar y electrodomésticos.
"Esperamos que con los 400 euros de (José Luis Rodríguez) Zapatero y las pagas dobles los consumidores se quiten de encima esta situación negativa", ha afirmado Fraile, quién ha destacado que las rebajas suponen cerca del 20% de la facturación anual de un comercio.
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