Este artículo se publicó hace 16 años.
La crisis financiera marca el comienzo del congreso conservador británico
Con las encuestas de opinión a su favor, el Partido Conservador británico, primero de la oposición, empezó hoy en Birmingham (centro de Inglaterra) su congreso anual, que está inevitablemente centrado en la crisis financiera.
Pese al repunte conseguido en los últimos días por el Laborismo del primer ministro británico, Gordon Brown, en sondeos sobre intención de voto, el líder "tory", David Cameron, mantiene una cómoda diferencia frente al partido en el poder.
Una consulta hecha por la firma BPIX publicada hoy en el dominical "The Sunday Telegraph" otorga a los "tories" un 43 por ciento de apoyo, un descenso de cuatro puntos frente a otra del pasado agosto, mientras que los laboristas subieron siete puntos hasta el 31 por ciento.
El Partido Liberal Demócrata, tercera formación británica, subió un punto y se colocó en el 17 por ciento, según BPIX, que entrevistó a un total de 2.020 adultos entre el 24 y el 26 de septiembre.
Con la crisis financiera global de fondo, los conservadores empezaron su reunión con la noticia de la nacionalización del banco británico Bradford & Bingley (B&B), que pone de manifiesto el alcance de la crisis por la que atraviesa el sector bancario.
Cameron acusó hoy a los laboristas de "fracaso" en lo que respecta a la regulación del sector financiero y de perder el tiempo en vez de sentarse a reformar el sistema.
"Creo que hemos tenido un fracaso de regulación y tenemos un auge de deuda que duró demasiado tiempo y llegó a áreas de la economía a las que no debió llegar", resaltó el líder "tory" en una entrevista hoy con el programa de la BBC "Andrew Marr Show".
No obstante, Cameron dejó claro que lo más importante en este momento es salvaguardar los ahorros de los clientes del B&B, al tiempo que prometió que su partido actuará de manera "responsable" y ayudará al Gobierno a afrontar la crisis financiera.
Sin embargo, dijo que la nacionalización del B&B, como la del Northern Rock en febrero, ha dejado al contribuyente británico en una situación de "riesgo" pues es quien al final debe pagar.
Según Cameron, los conservadores ofrecieron colaborar con Brown y con el ministro de Economía, Alistair Darling, para regular el sistema financiero y proteger a los ahorradores, pero insistió en que el Gobierno no ha trabajado lo suficiente en este terreno.
"¿Qué es lo que esta gente ha estado haciendo durante un año?", afirmó el líder de los "tories".
"Los contribuyentes afrontan unos increíbles momentos difíciles. No quiero que nosotros le pidamos al contribuyente que tiene que cargar con cada cuenta por cada decisión bancaria mala de cada financiero. Esto no es correcto", resaltó.
También calificó a Brown de un primer ministro "destrozado" que se vio obligado a utilizar su congreso anual de la semana pasada para disipar las divisiones internas en lugar de concentrarse en la crisis económica que afecta al Reino Unido.
Durante el congreso -que termina este miércoles con la intervención del líder-, Cameron quiere presentar a su partido como una formación fuerte, unida y como una alternativa frente a un Gobierno laborista que "ha fracasado".
Para el ex portavoz de Interior de los conservadores David Davis, lo importante en este momento es restablecer la estabilidad económica y afrontar la crisis global en el próximo año.
"El problema que vamos a afrontar en los próximos 18 meses es cómo vamos a proteger los empleos de la gente y cómo mantenemos bajo el coste de la vida, cómo la gente conserva sus casas y protegemos sus ahorros y aseguramos que la economía no entra en una larga recesión", subrayó Davis.
Teniendo en cuenta que las elecciones generales británicas están prevista para el 2010, Davis dijo que un Gobierno conservador, si gana en las urnas, tendrá que resolver una situación "desastrosa".
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