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Críticos italianos, contra la comida nacionalista en McDonald's

Reuters

La cadena de comida rápida McDonald's se ha aliado con el gobierno italiano para elaborar hamburguesas con un toque nacional, aunque la inusual iniciativa está indigestando culturalmente a algunos amantes de la comida.

El "McItalia", pregonado con el lema "McDonald's habla italiano" está hecho totalmente con productos italianos DOP (Protegidos por la Denominación de Origen) y los ingredientes de la comida constituyen los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde.

"Vamos a defender nuestra identidad y el sello 'Hecho en Italia'", dijo el ministro de Agricultura Luca Zaia en un comunicado, añadiendo que la medida tenía como objetivo "promocionar el sabor de Italia", particularmente entre la gente joven.

"Queremos darle una impronta de sabores italianos a nuestros jóvenes", dijo.

Pero la hamburguesa 'nacionalista', que se consigue dando la opción de escoger entre alcachofa y queso Asiago o cebolla, lechuga y panceta ahumada, ha sido objeto de ataques de la crítica gastronómica, tanto en Italia como en el extranjero.

Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food (Comida lenta) que promueve la calidad en los alimentos, los ingredientes genuinos y los productos locales, acusó al gobierno de socavar la cocina italiana.

"Globalizar un sabor no lo promueve, sino más bien lo generaliza y lo homogeniza", dijo en una carta abierta en un periódico italiano.

"No se trata de apoyar a los agricultores y productores italianos, se trata de hacer dinero trabajando con una multinacional que de una manera activa le quita poder a los productos locales", dijo Petrini, que en 1985 no logró impedir que McDonald's abriera su primer local en Italia.

Sin embargo Zaia, el ministro de Agricultura, defendió el McItalia como una opción saludable que utilizará 1.000 toneladas de productos agrícolas italianos al mes, dando un "enorme impulso a los agricultores".

¿TRADICIÓN NACIONAL?

El ministro, un miembro del partido de centroderecha Liga Norte, acusó a los críticos de estar influidos por programas de izquierdas.

Después de que Matthew Fort, un crítico gastronómico del diario de tendencia izquierdista británico The Guardian, describiera la McItaly como un "monstruoso acto de traición nacional", Zaia lo acusó a él y al diario de "aullar a la luna" y de ser esclavo de la ideología estalinista.

Zaia dijo que esperaba que McItalia convenciera a los jóvenes europeos de "olvidarse de la comida basura y elegir unos alimentos más sanos y de mejor calidad".

"Estamos seguros de que funcionará", dijo.

Sin embargo, hasta la fecha, la hamburguesa no ha tenido tanto éxito entre los jóvenes como esperaba el ministro.

Rachel Diacono, de 17 años, de vacaciones en Inglaterra, dijo que ella prefería una pizza.

en Francia es estupendo - pero aquí es como si no se hubieran tomado la molestia de hacer un esfuerzo. Deberían haber puesto mozzarella y tomates secos o algo así", dijo.

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