Este artículo se publicó hace 12 años.
La cumbre europea tratará la prórroga para cumplir el déficit
Bruselas reconoce que las previsiones de crecimiento no se cumplirán, aunque la decisión sobre qué margen extra se da a los países podría adoptarse en marzo. Rajoy evita referirse a la meta del 4,4% para este a&nti
Daniel Bernabé / Àngel Ferrero
Sobre el papel, en la cumbre europea del próximo lunes, día 30, los jefes de Gobierno tienen previsto tratar el crecimiento y el empleo, dos asuntos de los que cada vez con más frecuencia hablan Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Sin embargo, las tenebrosas previsiones para un 2012 en el que la eurozona se enfrenta a una dolorosa recesión han ampliado el número de temas en la agenda. Fuentes comunitarias al corriente de la preparación de la cumbre aseguraron ayer que la posibilidad de dilatar los plazos europeos en cuanto al cumplimiento de los límites de déficit estará presente en el cónclave de los 27 líderes.
"Los objetivos se fijaron sobre bases distintas, por lo que no es posible pedir que se cumpla un objetivo de déficit con datos económicos que no son los correctos", aseguró un alto funcionario europeo. El crecimiento evoluciona muy rápidamente, pero ningún analista o responsable político niega el efecto negativo de las políticas de austeridad en los previsiblemente malos datos por venir este año.
La Comisión Europea, que hasta ahora no se ha apartado de las actuales exigencias, tiene previsto presentar en la tercera semana de febrero sus previsiones económicas, en las que terciará en la polémica sobre el pesimismo que muchos gobiernos, entre ellos el de España, le achacan a los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero "los líderes pueden discutir ya que en las nuevas previsiones se incluya una perspectiva realista para cumplir los objetivos de déficit", aseguran las mismas fuentes.
La recesión condiciona el volumen de ingresos de los estados miembros y por ese motivo algunos países han puesto en tela de juicio los actuales objetivos. España, que cerró el año con un déficit de alrededor del 8% del PIB, debería reducir este año su desajuste hasta el 4,4%, una tarea que se podría volver una misión imposible si se confirma una recesión cercana a los dos puntos, como la que pronostican el FMI y numerosos analistas internacionales.
Más margenLa cumbre del próximo lunes será el escenario de estos debates, aunque la decisión podría hacerse esperar hasta la próxima reunión de jefes de Gobierno, en marzo. El Gobierno, que ha asegurado que por el momento pretende cumplir el objetivo para este año, podría encarar la redacción de los presupuestos con algo más de margen, en caso de que Merkel y Sarkozy, hoy máximos defensores del recorte del déficit sin matices, den su brazo a torcer. Una posibilidad que existe en el caso de España, como ha reconocido el director de mercados monetarios y de capital del FMI, José Viñals.
Preguntado sobre la posibilidad de que Bruselas dé una tregua en sus exigencias, el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, confió ayer en que los líderes sean capaces de "encontrar la vía para que los ajustes y las reformas produzcan lo antes posible el resultado que queremos, que es crecimiento y empleo". Hasta ahora, la apuesta de Merkel y Sarkozy en este campo se ha quedado, en opinión de la izquierda europea y de las fuerzas sindicales, en nada más que palabras.
En España, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo ayer que el país va a cumplir con el objetivo de déficit para 2012, aunque sin querer ponerle una cifra exacta. Fue la primera vez que a Rajoy no se le oyó citar expresamente el 4,4% fijado por la Unión Europea.
"Nosotros siempre tendremos como objetivo de déficit el que marque nuestro programa de estabilidad que, como el resto de los países de la UE, tendremos que negociar con la Comisión y después con el Consejo, pero eso ya se verá a lo largo de las próximas semanas", comentó el dirigente conservador en una rueda de prensa con el presidente de Perú, Ollanta Humala, dando por hecho que este se modificará.
El dirigente conservador hizo un repaso exhaustivo de datos y subrayó que la previsión de crecimiento en vigor era del 2,3%. "Todo el mundo sabe que no va a ser así", comentó. "Estoy absolutamente convencido de que la Comisión Europea dará otras previsiones para España y para el conjunto de la zona euro", señaló.
El jefe del Ejecutivo admitió que España decrecerá "más o menos" un 1,5% este ejercicio, en línea con las previsiones del Banco de España y el FMI. También declaró que le gustaría que el mecanismo previsto por el Banco Central Europeo (BCE) para rescatar a los países con problemas de deuda "se apruebe pronto" y que tenga una dotación "mayor de la que tiene".
RealismoPor su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el primero del Gobierno que abrió la caja de los truenos reco-nociendo las dificultades para llegar al recorte del déficit previsto con el país en recesión, intentó ser ayer más cauto pero, ante un grupo de periodistas, comentó que Europa tiene que ser realista.
Montoro insistió en las consecuencias negativas que puede tener para toda la zona del euro un recorte de ese calibre porque "España no es un país pequeño y el consumo se está cayendo". De sus palabras podría interpretarse un aviso a países como Alemania, que dependen en gran medida de las exportaciones a terceros, es decir, de que consuman otros países.
Por la mañana, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó que en Europa se está variando "un poco" el rumbo de la política económica, y que tras años enfocados sólo en la austeridad, "los líderes son sensibles a volver a hablar de crecimiento" para salir de la que parece una inevitable nueva recesión.
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