El canon con el que empresas y trabajadores autónomos financian a las Cámaras de Comercio dejará de ser obligatorio, según anunció ayer el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. La medida, según el Ejecutivo, supone un ahorro de 250 millones de euros para las empresas, de los que 90 millones beneficiarán a las pymes. El Consejo Superior de Cámaras de Comercio no ocultó su malestar ante la iniciativa, que supondrá una notable merma de los ingresos de estas entidades, que promueven el tejido empresarial desde una perspectiva local.

Según el consejo de Cámaras, convertir la cuota en voluntaria beneficiará 'a las grandes y no a las pequeñas' empresas, ya que un 53% de las sociedades no la abona porque están en pérdidas, 'pero reciben los mismos servicios'. El canon oscila entre el 0,75% y el 0,01% de los beneficios de la empresa (a mayores ganancias, menor es el porcentaje) y supone cerca del 40% de los ingresos de las 88 cámaras que existen. El restante 60% se obtiene de subvenciones, convenios de colaboración y servicios, entre otros.

El presidente del consejo de Cámaras, el ex ministro Javier Gómez-Navarro que no hace mucho pidió cambiar el sistema de protección social para 'evitar que la gente viva del cuento', y los responsables de las cámaras de Sevilla, Barcelona, Burgos, Madrid, Navarra y Zaragoza valorarán hoy la medida, que figuraba en el programa electoral del PSOE aunque sólo para los autónomos dependientes. CEOE y Cepyme y las asociaciones de autónomos ATA y UPTA (que llevan años pidiendo la supresión de la cuota) aplaudieron la decisión.