Los bancos pagan a sus ejecutivos con un sistema 'sin pies ni cabeza'. Así de claro lo afirma el fiscal general del Estado de Nueva York, Andrew M. Cuomo, en un informe que publicó el pasado 31 de julio tras investigar el sueldo de esos directivos. La investigación se abrió tras observar que los ejecutivos de los bancos seguían cobrando sueldos fabulosos incluso después del desastre económico mundial que ellos mismos provocaron.

Cuomo ahonda luego en la cuestión: 'Cuando los bancos iban bien, sus ejecutivos estaban bien pagados; cuando los bancos iban mal, sus ejecutivos estaban bien pagados. Y cuando los bancos iban mal y fueron rescatados con el dinero de los contribuyentes, sus ejecutivos aún siguieron estando bien pagados'.

El subtítulo del informe es muy gráfico: Cruz, yo gano; cara, tu pierdes. El fiscal neoyorquino, que apenas tuvo que bajar unas calles para llegar a Wall Street y hacer su investigación, cita el ejemplo de dos de las firmas que recibieron ayudas estatales de Washington, Citigroup y Merril Lynch. 'Ambas sufrieron pérdidas masivas de más de 27.000 millones de dólares cada una en 2008. Sin embargo, Citigroup pagó 5.330 millones de dólares en primas y Merril Lynch 3.600 millones', destaca.

Las conclusiones del fiscal son las mismas a las que había llegado antes la lógica popular y coinciden con lo expresado a principios de año por el presidente de EEUU, Barack Obama, que dijo que esos sueldos eran una 'vergüenza'.

Para calmar la indignación de la calle, Obama aprobó una ley que pone un tope de medio millón de dólares anuales a los directivos de bancos que recibieron ayudas estatales. Tras esa ley, algunos bancos se han apresurado a devolver el dinero recibido. Sin embargo, Obama, cuyo sueldo ronda los 400.000 dólares anuales, parece que va a tener más problemas para que el Senado apruebe una norma que permita a los accionistas de una empresa controlar el salario de sus ejecutivos, una de las medidas sugeridas por Cuomo.

En Francia, el presidente Nicolas Sarkozy se reunirá el próximo día 25 con los principales banqueros del país para recordarles sus compromisos en materia de bonus. Sarkozy quiere controlar las comisiones que cobran los directivos del sector y asegurarse de que no cierran el grifo del crédito, después de haber hundido el mercado financiero y pedir auxilio al Estado.