Este artículo se publicó hace 15 años.
David Cameron afronta divergencias en su partido por Lisboa
El líder opositor británico, David Cameron, afronta voces disidentes en el seno de su partido que desean convocar un referéndum sobre el Tratado de Lisboa de la Unión Europea si los conservadores acceden al poder, incluso si el tratado ya está en vigor.
El murmullo del ala euroescéptica del Partido Conservador son una distracción inoportuna para Cameron mientras los conservadores celebran su última conferencia antes de las elecciones nacionales en las que parten como favoritos.
Si Cameron endurece su posición sobre un referéndum, se arriesga a envenenar las relaciones con el resto de la UE desde el inicio de su Gobierno.
Si hace frente a sus críticos, se arriesga a reabrir las antiguas divisiones de su partido sobre Europa que casi hizo caer al último Gobierno conservador, encabezado por John Major, en 1992.
La aprobación del Tratado de Lisboa por parte de los votantes irlandeses en un segundo referéndum el viernes ha centrado la atención totalmente en la política europea de Cameron ya que aún podría hundir el tratado que ha causado a la UE años de angustia.
Si gana las elecciones, que se estima se celebrarán en mayo, Cameron ha prometido celebrar un referéndum sobre el tratado si no ha entrado en vigor para entonces.
Pero algunos conservadores creen que eso no es suficiente. Quieren que Cameron se comprometa a celebrar la consulta incluso si todos los países que componen la UE han ratificado el tratado.
Una encuesta entre 2.205 'torys' llevada a cabo por la página web ConservativeHome.com para el diario Independent, publicada el sábado, halló que más de ocho de cada 10 quieren que convoque un referéndum incluso si el Tratado está aprobado.
"El Partido Conservador, si quiere tener credibilidad en el gobierno, tendrá que dar al pueblo un referéndum", dijo John Strafford, de 67 años, un delegado conservador del sur de Inglaterra que acudió a la conferencia.
TEMOR A UN SÚPER-ESTADO
El Partido Conservador considera que el Tratado de Lisboa es un paso hacia la creación de un súper-estado europeo.
El Parlamento británico ya ha ratificado el documento pero Cameron dice que lo modificaría si los votantes rechazan el tratado en un referéndum, y existe una gran posibilidad de que así sea.
Con el "Sí" irlandés sólo quedan Polonia y República Checa por ratificar Lisboa. La firma de Polonia es una formalidad pero el presidente checo, el euroescéptico Vaclav Klaus, ha postergado su decisión. Un grupo de senadores conservadores han presentado una querella ante el Tribunal Constitucional checo en contra del tratado.
Andrew Rosindell, portavoz de asuntos internos conservador, dijo que creía que el pueblo británico desearía un referéndum sean cual sean las circunstancias.
y también por Europa - y contenga lo más que pueda (la ratificación) para que podamos realizar un referéndum", dijo a la BBC radio.
Ian Bremmer, presidente de la consultoría de riesgos políticos Grupo Eurasia, dijo que era "razonablemente posible" que Cameron "cumpliera su promesa de celebrar un referéndum".
Las consecuencias de las relaciones políticas en el seno de la UE si Reino Unido rechaza el tratado serían mucho más problemáticas que si Irlanda lo hubiera hecho, dijo.
Si el tratado estuviera en vigor en toda Europa cuando el Gobierno conservador accediera al cargo, Cameron dice "que no dejarían las cosas ahí". Pero se niega a ser más específico.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.