Este artículo se publicó hace 16 años.
Debbie Harry y Nick Cave, dos polos opuestos para cerrar el festival Summercase en Madrid
Debbie Harry ha maullado los éxitos de Blondie para contrarrestar los rugidos de un fiero Nick Cave; ambos han cerrado en Madrid la tercera edición de Summercase, que, ante la competencia del FIB, ha congregado en Madrid y Barcelona en sus dos días a 30.000 personas menos que el año pasado, según sus organizadores.
El secreto de la eterna juventud está en su voz, ha demostrado hoy sobre uno de los escenarios del festival Debbie Harry, la única mujer capaz de ser una convincente y digna estrella del pop rebasados los 50 años de edad hasta que Madonna cumpla el medio siglo en las próximas fechas.
Con minifalda roja y chaleco de rayas, la coquetería de Harry ha surgido desde el primer momento, en el que "Hanging on the telephone" ha iniciado una sucesión de himnos que apenas ha dado respiro a los asistentes de este Summercase celebrado en Madrid y Barcelona, al que han acudido 81.000 personas frente a las 110.000 del año pasado.
Tampoco se han hecho esperar "Call me", "Heart of glass" -la canción de 1979 con la que el grupo cambió de década y, de paso, el modo de entender el rock, introduciéndolo en las pistas de baile- o "Maria", la que les permitió en 1999 entrar en el siglo XXI sin traicionarse a sí mismos.
Nick Cave no está solo en su viaje hacia nuevos horizontes sonoros desde que formó en 2007 la banda Grinderman junto a tres de sus "Bad Seeds", Warren Ellis, Jim Sclavunos y Martyn Casey.
El cuarteto, con Ellis armado de unas llamativas maracas en la mayor parte del concierto, ha desplegado su fiero rock de garaje, hipnótico y cavernoso, que encierra su homónimo álbum de debut, con un Nick Cave participativo y seductor sobre el escenario en el que más tarde han aparecido los neoyorquinos Interpol con puntualidad y alma británica y unos reunificados The Verve, que han presentado "Fouth", el que será el cuarto disco de su tortuosa trayectoria.
El recinto de Boadilla del Monte no es tan apto para un festival de estas características, que organiza la discográfica y promotora catalana Sinnamon, como lo es el de Summercase Barcelona, un Parc del Forum integrado en la ciudad y que da al mar y no a un desértico paraje repleto de adosados.
Tampoco tienen nada que ver las óptimas condiciones del Parque Juan Carlos I de Madrid, que rodea al auditorio en el que hoy se han congregado algunas de las estrellas de esta edición de su competencia cada vez más directa, el FIB: Morrissey, Mika, My Bloody Valentine, entre otros.
Al igual que con la actuación de Kaiser Chiefs en la jornada de ayer, el fin de fiesta ha quedado en manos de una banda reincidente en Summercase, Primal Scream, junto a la sesión de los reconocidos 2manydjs.
Una destacada primacía anglosajona ha definido los primeros conciertos del día en Boadilla del Monte, encabezados por dos iconos del rock británico de los 80 y los 90, Edwyn Collins y Ian Brown, junto a unos solventes We are scientists.
Los problemas de salud del cantante escocés Edwyn Collins, quien sufrió hace tres años un derrame cerebral del que muestra evidentes secuelas, apenas han mermado su propuesta musical, que ha resultado fresca y optimista.
Parte del recital de Collins ha coincidido con el de un compañero de generación como es Ian Brown, ex líder de los Stone Roses, cuya monótona actitud sobre el escenario se ve compensada con unas melodías que cuentan con un buen número de seguidores, tanto de su etapa con su banda "Waterfall", como de su ya dilatada carrera en solitario -en la que han destacado las poderosas "F.E.A.R" y "Golden Gaze"-.
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