Este artículo se publicó hace 16 años.
Decepción del judo español, que vuelve a quedar sin medallas como en Atenas
La selección española de judo se despide de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 sin medallas, como ya le ocurrió hace cuatro en Atenas, aunque con tres diplomas olímpicos que no logran resarcir a los españoles de la decepción de no haber vuelto al podio en el que lucieron en Barcelona'92, Atlanta'96 y Sydney'00.
Las magníficas instalaciones del Gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pekín, que acogerán a partir de ahora la competición de taekwondo, quedarán en el recuerdo de los españoles con la amargura de haber cerrado en ellas dos ciclos olímpicos sin podio.
Los seis judocas del equipo nacional que tomaron parte en los combates disputados en la capital china, Leire Iglesias, Esther San Miguel, Isabel Fernández, Ana Carrascosa, Oscar Peñas y David Alarza, llegaron avalados por sus buenos resultados internacionales, pero ninguno de ellos pudo ratificarlos.
Esther San Miguel, en menos de 78 kilos, y Leire Iglesias, -70kg., finalizaron quintas; Ana Carrascosa fue séptima e Isabel Fernández, novena, mientras que Oscar Peñas perdió en primer combate de eliminatoria y David Alarza, lesionado se quedó en la repesca.
El calendario de judo acabó hoy, si bien la actuación de los españoles concluyó ayer con la opción más próxima a medalla. La burgalesa San Miguel no pudo ganar la medalla de bronce al perder por waza-ari ante la francesa Stephanie Possamai en una fase final de combate con ventaja de la española.
Esther San Miguel había marcado un yuko a falta de un minuto, que le dejaba en excelentes condiciones dadas sus características, pero en los segundos finales la española pagó cara su ambición, y permitió a la rival marcar el waza-ari que la dejó sin el bronce.
Recuperada de varias lesiones y de algunos problemas de salud, como la trombosis que sufrió el pasado año, la deportista afincada en Alicante terminó convirtiéndose en la opción más cercana al podio, al que la bimedallista olímpica Isabel Fernández era clara candidata.
Ella lideró, por palmarés y por compromiso con el grupo -era habitual verla en la grada animando y corrigiendo a sus compañeras-, una selección que fue desaprovechando oportunidades, una tras otra, a medida que transcurría la competición.
Isabel Fernández, de 36 años, ha reconocido que seguramente estos fueron sus últimos Juegos, en los que truncó definitivamente su camino hacia los puestos de medalla cuando se quedó fuera de la lucha por el bronce al perder por koka en tiempo de técnica de oro ante la brasileña Ketleyn Quadros, después de que los árbitros sancionaran a la alicantina en los instantes finales en una decisión muy discutida para la delegación española.
La alicantina comenzó la competición en Pekín en la segunda ronda, al quedar excluida de la primera por su clasificación mundial, y tras debutar con un triunfo ante la norteamericana Valerie Gotay, perdió los dos siguientes combates frente a la holandesa Deborah Gravenstijn y la brasileña Ketleyn Quadros.
Leire Iglesias tuvo que conformarse con un quinto puesto después de disputar un bronce que no consiguió al perder por ippon ante la subcampeona olímpica Edith Bosch.
Con el Príncipe Felipe en las gradas, en la jornada de apertura, Ana Carrascosa, que fue séptima y acabó lesionada, y Oscar Peñas, que cayó en el primer combate, parecían apuntar el infortunio español. La valenciana Carrascosa se quedó fuera de la lucha por el bronce tras perder ante la surcoreana Kyungok Kim por ippon en un combate en el que la española se lesionó en el primer minuto.
Oscar Peñas perdió ante el uzbeco Mirali Sharipov por ippon, que el adversario le marcó a mitad de combate recurriendo a la técnica denominada "tomoe nage", una de las favoritas del español, que apenas disfrutó de sus terceros Juegos Olímpicos, también participó en Sydney'00 y Atenas'04.
David Alarza, tras derrotar por ippon al puertorriqueño Alexis Chiclana en primera ronda, se despidió de Pekín al sufrir un tirón muscular en la espalda que condicionó su rendimiento en el combate ante el argelino Amar Benikhlef, que terminó venciéndole por ippon, horas antes de proclamarse nuevo subcampeón olímpico.
La relación de medallistas españoles en el podio olímpico se inició en Barcelona'92, con los oros logrados por Miriam Blasco y Almudena Muñoz, en 56 kilos y 52 kilos, respectivamente; y aumentó el computo en Atlanta'96, con la plata de Ernesto Pérez Lobo, en pesado, y los bronces de Isabel Fernández, en ligero, y Yolanda Soler, en superligero.
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