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Declaran a un británico culpable del asesinato de cinco prostitutas

EFE

Steve Wright fue declarado hoy culpable del asesinato de cinco prostitutas de Ipswich (este de Inglaterra), cuyos cadáveres fueron encontrados en un intervalo de diez días en diciembre del 2006, en un caso que conmocionó al Reino Unido.

Wright, de 49 años, admitió durante el juicio haber mantenido relaciones sexuales con la mayoría de las víctimas -Gemma Adams, de 25 años; Tania Nicol, de 19; Anneli Alderton, de 24; Annette Nicholls, de 29, y Paula Clennell, de 24-, pero negó haber cometido los crímenes.

Al hombre, a quien la prensa sensacionalista británica ha bautizado como el "estrangulador de Ipswich", le será comunicada mañana la condena, informaron hoy fuentes judiciales citadas por la agencia británica de noticias PA.

Wright se mostró impasible cuando escuchó el veredicto de culpabilidad y mantuvo la mirada al frente, evitando el contacto visual con los miembros del jurado o de las familias de las víctimas, de acuerdo con los medios de comunicación británicos presentes en la corte.

La acusación, que ha pedido cadena perpetua, aseguró que Wright "seleccionó sistemáticamente y asesinó" a las cinco mujeres a lo largo de un periodo de seis semanas y media.

Algunos de los cuerpos de las víctimas fueron encontrados con sus brazos extendidos en cruz, según se conoció durante el juicio, que se ha prolongado durante seis semanas en el tribunal de Ipswich.

Tras conocer el fallo de culpabilidad, las familias de algunas de las víctimas pidieron hoy al Gobierno que estudie el restablecimiento de la pena de muerte para casos como éste, al tiempo que calificaron a Wright de "monstruo".

"La sociedad debe insistir para que este Gobierno examine restablecer la pena de muerte para casos como este. De lo contrario muchas más familias pasarán por el mismo sufrimiento que nosotros hemos tenido que experimentar", expresaron en un comunicado.

Las cinco jóvenes trabajaban como prostitutas en el barrio rojo de Ipswich y sus cadáveres aparecieron desnudos entre el 2 y el 12 de diciembre del 2006 en los alrededores de esa ciudad inglesa.

La investigación policial arrancó tras la desaparición de Nicol a finales de octubre de 2006 y se incrementaron cuando, varias semanas después, fueron desapareciendo otras jóvenes y sus cuerpos se fueron encontrando en lugares aislados de los alrededores de Ipswich.

La policía británica, que pidió colaboración a la población y advirtió a las prostitutas de que no salieran por las noches, emprendió entonces una intensa búsqueda policial, en la que llegaron a participar hasta 600 agentes, que propició la detención de Wright el 19 de diciembre de ese año en su domicilio de Ipswich.

Fueron las muestras de ADN tomadas a Wright, que vivía cerca del barrio rojo de la ciudad inglesa donde trabajaban las víctimas, cuando fue condenado por robo en el 2001 las que permitieron su arresto, según fuentes policiales.

Sólo dos días después, el 21 de diciembre, la policía le acusó de los asesinatos, por los que había sido arrestado otro sospechoso, identificado por la prensa como Tom Stephens, aunque después fue puesto en libertad bajo fianza.

Las cinco mujeres, que tenían en común una vida marcada por las drogas, no presentaban signos de violencia o agresión sexual, y tres de ellas -Nicol, Adams y Nicholls- aún llevaban sus joyas, según los detalles facilitados por las fuerzas del orden.

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