Este artículo se publicó hace 12 años.
Defensa de hispano condenado a muerte agota recursos para evitar su ejecución
La Corte Suprema de Justicia de EE.UU. desestimó la apelación presentada por la defensa del condenado a muerte Rodrigo Hernández, lo que abre el camino para su ejecución fijada para hoy a las 6:00 pm (hora local) en Texas.
Jason Clark, portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas (TDCJ), indicó a Efe que de no recurrir a una nueva apelación basada en elementos distintos a la rechazada ya por la corte de apelaciones del estado y hoy por el Supremo, el camino para que le sea suministrada la inyección letal al hispano está libre.
A principios de semana, la Junta de Perdones de Texas negó la petición de clemencia que presentó la defensa, y se negó a conceder la conmutación de la condena así como una suspensión temporal de 30 días.
Hernández fue sentenciado a muerte en 2004, una década después del asesinato de Susan Verstegen, de 38 años, quien fue secuestrada del estacionamiento del almacén en el que trabajaba en San Antonio, Texas, violada y estrangulada.
Durante 8 años las autoridades buscaron al responsable, y en 2002, las autoridades hallaron en una base de datos nacional el ADN que correspondía al del homicida, luego de que Hernández otorgara una muestra genética como condición para que se le otorgara su libertad condicional por un delito no relacionado.
El reo se reunió esta mañana con familiares y amigos y poco antes del medio día fue trasladado de la unidad Polunsky en Livingston, a la Unidad de las Paredes en el penal de Huntsville, donde se encuentra la Cámara de la Muerte, expuso el vocero.
Añadió que en la lista de testigos de la ejecución se cuentan cuatro amigos del hispano, mientras que en una habitación aledaña estará el hijo de la víctima.
De llevarse a cabo, la de Hernández, de 38 años y originario del condado Zavala en Texas, será la primera ejecución del año en el estado.
El reo ha sostenido en todo momento su inocencia y durante el día de hoy ha estado acompañado por un consejero espiritual, dijo Clark, quien agregó que el condenado a muerte tendrá su última cena, aunque no podrá elegir el menú de la misma.
Además de la ejecución de Hernández, el estado tiene programadas hasta abril las inyecciones letales de seis reos más, entre ellos George Rivas, de 41 años, originario de El Paso el 29 de febrero y Jesse Hernández, de 47, de Dallas para el 28 de marzo.
Las estadísticas del TDCJ revelan que a pesar de que Texas es el estado con más ejecuciones al año en la nación, las mismas han disminuido en años recientes y en tanto que en 2009 se ejecutaron a 24 reos, en 2010 fueron 17 y en 2011 solamente 13, entre ellos el mexicano Humberto Leal.
De acuerdo con la agrupación Proyecto de Abolición de la Pena de Muerte, desde 1982 Texas ha ejecutado 477 reos, entre ellos tres mujeres.
Actualmente hay 303 hombres condenados a la pena de muerte en el estado, 89 de ellos hispanos, entre los cuales 13 son mexicanos, dos hondureños, dos salvadoreños, un argentino y un nicaragüense.
Actualmente el gobierno mexicano exige que EE.UU. se apegue al cumplimiento de tratados internacionales, y que revise, en respuesta al "Fallo Avena" emitido en 2004 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el caso de 49 mexicanos condenados a la pena de muerte cuyos derechos consulares no fueron respetados.
Dichos reos no fueron informados de su derecho a contactar al consulado de su país al momento de su detención.
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