Este artículo se publicó hace 14 años.
Dejan de buscar supervivientes por el naufragio de un barco de inmigrantes en una isla australiana
Las autoridades australianas dieron hoy sábado por terminada la búsqueda de supervivientes del hundimiento este miércoles de un barco con decenas de inmigrantes ilegales cerca de la isla de Christmas en el Océano Índico.
"Ya no hay esperanzas razonables de que alguien en alta mar todavía esté con vida", aunque los equipos de rescate continuarán rastreando el litoral con buzos del Departamento de Aduanas, indicó una nota de la Policía.
Por el momento, están confirmados 30 muertos y 42 desaparecidos después de que el pesquero indonesio en el que viajaban los inmigrantes clandestinos se estrellara contra unas rocas frente a las costas de la isla.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, lamentó que quizás nunca se encuentre al resto de los desaparecidos porque se desconoce cuántas personas viajaban a bordo de la patera.
Gillard reiteró que Aduanas investigará los hechos para ver si hubo negligencias.
El opositor Partido de los Verdes y los defensores de los derechos de los sin papeles han pedido que sea una comisión independiente la que realice las pesquisas, pues no entienden como el potente radar militar de Christmas no detectó la embarcación.
Tampoco se sabe cuánto tiempo tardaron en llegar al lugar del naufragio los agentes de aduanas.
La suspensión de la búsqueda de supervivientes ocurre el día después de que unos 140 inmigrantes ilegales detenidos por Australia en Christmas protestaron por las condiciones en las que viven.
Según la agencia local AAP, se desarrollaron dos concentraciones que transcurrieron sin incidentes y en ellas los irregulares aprovecharon la presencia de los medios de comunicación para denunciar su estatus en la llamada "isla-prisión".
Relatos de testigos señalaron que los inmigrantes, entre ellos varios supervivientes de la tragedia del miércoles, expresaron su pesar por la misma y subrayaron que se podrían haber salvado más vidas se no hubiera tardado tanto en intervenir la Marina.
También denunciaron la supuesta mala calidad de la comida y pidieron ayuda a Naciones Unidas para mejorar su estatus.
Las autoridades admitieron que desde hace días, las instalaciones en las que viven unos 6.000 clandestinos en Christmas carecen de suministro eléctrico por un apagón que todavía no se ha podido reparar.
Miles de inmigrantes viajan todos los años a Australia en busca de trabajo y una vida mejor, y un 2 por ciento reclama asilo porque vienen de zonas de conflicto como Afganistán, Irak o Sri Lanka.
Si son interceptados en alta mar, la política oficial australiana es impedir su entrada al país y luego reubicarlos a terceros países o trasladarlos a Christmas, donde actualmente se alojan unos 6.000 refugiados que llegaron en pateras.
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