Este artículo se publicó hace 15 años.
Dengue pone en alerta a Sudamérica y amenaza con perpetuarse
Por Daniela Desantis
Sudamérica se enfrenta a un nuevobrote de dengue que esta vez se focalizó en Bolivia, mientrasexpertos advierten que la enfermedad, asociada al cambioclimático y al crecimiento de la población en áreas urbanas,podría volverse endémica.
Al menos 19 muertes y más de 40.000 casos clínicos del malse registraron en la región en lo que va del año, segúnreportes oficiales de los países afectados y de la OrganizaciónPanamericana de la Salud (OPS), que asegura que la incidenciamundial del dengue aumentó dramáticamente las últimas décadas.
Bolivia es el país más golpeado con más de 30.000 casossospechosos y 18 fallecidos por el virus que se trasmite através de un mosquito infectado, seguido por Venezuela y Brasilcon cerca de 5.000 y de Paraguay, que en el 2007 sufrió su peorepidemia en décadas, de acuerdo a los informes.
"Es la peor epidemia en más de 20 años", dijo a Reuters eljefe de epidemiología del Ministerio de Salud de Bolivia, JuanCarlos Arraya, quien apuntó que los casos en ese país siguenaumentando aunque a un ritmo menor al de semanas atrás.
Especialistas coinciden en que los cambios climáticosproducto del calentamiento global que incrementaron laintensidad y la duración de las temporadas de lluvia, crearonun ambiente propicio para la proliferación del vector, que sereproduce en pequeños reservorios de agua limpia.
A esto se suman el incremento del turismo, la migración yel crecimiento de la población en áreas urbanas carentes deservicios básicos que ayudan a la multiplicación de losmosquitos.
"El dengue ha ido bajando de América Central e invadiendoAmérica del Sur en los últimos 30 años. Actualmente los únicospaíses libres son Uruguay y Chile", dijo a Reuters CarmenSerrano, representante en Paraguay de la OPS y de laOrganización Mundial de la Salud (OMS).
"El problema está en el tratamiento del ambiente. Senecesitan cambios de actitud en la población que llevan tiempoy una acción de educación. Y mientras no exista ese cambiosiempre existirá el riesgo de tener al dengue como algoendémico", agregó.
Las autoridades sanitarias chilenas reportaron hasta eljueves cuatro casos, pero aseguraron que se trataba de unasituación aislada y que la nación estaba libre de laenfermedad, que usualmente deja a las víctimas en cama duranteuna semana con síntomas similares a los de una gripe.
Por su parte, Argentina registra 37 casos confirmados porlaboratorio y otros 240 sin confirmación de pacientes quepresentan síntomas clínicos, todos en la provincia de Salta,donde las lluvias persistentes provocaron graves inundaciones acomienzos de febrero.
"Argentina está en alerta epidemiológica y con monitoreoconstante de situaciones en las que se considera que todo casosospechoso es considerado un caso de dengue", dijo HugoFernández, Director Nacional de Prevención de Enfermedades yRiesgo del Ministerio de Salud argentino.
EN AUMENTO
Tras haber sido erradicado en la región en la década de1950, el dengue experimentó en los últimos 30 años fuertesbrotes cíclicos que se repiten cada vez con más frecuencia. LaOPS contabilizó unos 826.000 casos en los países sudamericanosdurante el 2008 y 737.000 el año anterior.
"Este es un problema difícil de erradicar y que,dependiendo de la magnitud de la epidemia, hace colapsar lossistemas de salud", dijo la ministra de Salud Pública deParaguay, Esperanza Martínez, una especialista en salud públicaque fue consejera de varios organismos multinacionales.
Paraguay se declaró esta semana en alerta ante un aumentode los casos que suman 196 confirmados y 481 sospechosos y laposibilidad de aparición del dengue hemorrágico -una varianteque puede ser mortal- por la circulación de serotipos distintosa los de epidemias anteriores.
En el 2007, el dengue dejó miles de infectados en Paraguayy abrió las puertas a un foco de fiebre amarilla -enfermedadtrasmitida también por el mosquito aedes- que tuvo en vilo a lapoblación.
Sin vacunas disponibles, el único método de control yprevención es el combate del mosquito.
"Apuntamos a un cambio de mentalidad en la ciudadanía perotenemos que trabajar lo estructural de manera paralela. Porqueel dengue vino para quedarse y se va a quedar mucho tiempo connosotros", dijo Martínez.
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