Este artículo se publicó hace 13 años.
Una depresión tropical lleva más agua a las zonas inundadas de Filipinas
Una depresión tropical ha llevado más agua a la región de Filipinas donde 1.249 personas han muerto y 720.000 resultaron damnificadas en las inundaciones de hace dos semanas, informaron hoy fuentes oficiales.
Las nuevas precipitaciones comenzaron el lunes por la noche y afectaban hoy a 14 provincias del centro y sur del país.
Las autoridades han trasladado decenas de miles de personas a lugares seguros de riadas y avalanchas de tierra.
El Centro Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres informó de que el desbordamiento del río Libunganon ha anegado algunas aldeas en Davao del Norte y que la carretera que conecta esa provincia con la de Compostela Valley se encuentra cortada por el agua.
Se ha reportado ha habido problemas de inundaciones además en 13 poblaciones de la provincia de Leyte, seis de Negros Occidental y tres de Capiz y Cebú.
Varios municipios en las provincias de Lanao del Norte y Misamis Oriental, las más castigadas por las inundaciones del 17 de diciembre, han establecido equipos de personas encargados de vigilar el nivel del caudal de los ríos y de avisar a la población en caso de peligro.
El nuevo temporal afecta las operaciones de asistencia y rehabilitación que se llevan a cabo por los estragos que causó la tormenta "Washi".
La Oficina de Defensa Civil ha revisado a la baja y dejado en 1.249 la cifra de víctimas mortales que ofreció el martes, que era de 1.457 muertos.
El Centro Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres confirmó hoy estos 1.249 muertos y notificó además 4.619 heridos.
Las autoridades tienen más de un millar de personas dadas por desaparecidas y creen que muchas de ellas podrían ser algunas de las personas cuyos cadáveres han sido recuperados y que esperan que se complete el proceso de identificación.
Los expertos han logrado identificar hasta la fecha alrededor de un tercio de los cuerpos sin vida encontrados.
Las dos ciudades con más víctimas mortales, Cagayan de Oro (Misamis Oriental) e Iligan (Lanao del Norte), comenzaron a enterrar a los fallecidos en fosas comunes la semana pasada, a medida que tomaban fotografías, muestras de ADN y huellas dactilares para su posterior cotejo con los familiares.
Unas 720.000 personas resultaron damnificadas y de ellas 54.473 duermen en los centros de evacuación, que tienen sitio para más gente.
Otras 376.831 reciben asistencia externa de la Cruz Roja y otras organizaciones.
Los responsables locales buscan nuevos lugares para ubicar a estas miles de familias que tienen prohibido regresar a sus hogares por encontrarse en zonas de riesgo en caso de nuevas riadas.
El daño causado por "Washi" asciende a 1.143 millones de pesos (20,09 millones de euros o 26,2 millones de dólares), principalmente en carreteras, puentes, hospitales y escuelas.
Los expertos de las agencias internacionales apuntan al chabolismo como el principal factor del gran número de muertes que causan en el país los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.
La incontrolada deforestación también favorece las riadas y avalanchas de tierra que son frecuentes durante la estación lluviosa que por lo general comienza en mayo y concluye en noviembre.
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