Los Lakers se vieron sorprendidos por unos Sixers que lograron la victoria en el último segundo con un triple de Andre Iguodala (93-94), y pierden la senda de los Cavaliers de Cleveland en la lucha por el mejor récord de la Liga.

Kobe Bryant -11 puntos en 5/15- puso con dos arriba a su equipo a falta de seis segundos, pero el escolta de Filadelfia certificó la sorpresa con un tremendo lanzamiento sobre la bocina que dejó mudo al Staples Center.

Pau Gasol fue el mejor de los Lakers con 25 puntos, ocho rebotes y seis asistencias, en tanto que Iguodala logró otros 25 puntos ante una grada poblada por decenas de prendas verdes, una escena curiosa cuanto menos por la rivalidad con los Celtics, aunque en realidad se debía a la conmemoración del día de San Patricio.

El partido comenzó con un parcial de 11-2 para abrir boca y un gran Trevor Ariza, que vive estos días uno de los mejores momentos de su carrera profesional y que acabó el primer cuarto como máximo anotador de su equipo.

Los Lakers movían el balón rápido y con sentido, con permanentes amenazas desde el perímetro y desde el interior, y a su inspirado ataque le añadieron gotas de gran intensidad defensiva. Eso, con su quinteto titular en cancha.

Phil Jackson avisó antes del duelo que comenzaría a reducir los minutos en cancha de sus jugadores principales, en vistas a las eliminatorias por el título. Apenas unos instantes después de que el técnico angelino diera entrada a su segunda unidad y tras seis pérdidas de balón, la diferencia se había esfumado, al pasar del 19-8 al 24-25 con el que arrancó el segundo periodo.

Ninguno de los dos equipos lograba despegar ni imponerse. Se pasaba de pequeñas ventajas de unos a escasas rentas de otros, mientras los Lakers sobrevivían a la tercera falta personal de Bryant cuatro minutos antes de llegar al descanso, al que se llegó con empate a 50.

Filadelfia apretaba a los bases californianos desde el saque de fondo y sacó rédito de ello, al igual que de los despistes a la hora de cerrar el rebote, que parecían caer en las manos del canadiense Samuel Dalembert.

La cuarta personal de Bryant al ecuador del tercer periodo mantenía a los Lakers sin su referencia en ataque, papel que asumió Gasol en otra noche de gran acierto en el tiro, aunque la circulación de balón local llegaba en menos ocasiones de lo debido a manos del ala-pívot español.

Al último cuarto se llegó con cierto alivio para los californianos (73-62), tras sendas canastas de Ariza y Luke Walton y un bajón importante en el ataque de los Sixers, pero un triple de Donyell Marshall propició la reacción visitante (80-86), en unos minutos espléndidos de Iguodala y un parcial de 4-24.

De nuevo, la relajación hizo mella en el equipo de Jackson. Sin embargo un triple de Ariza y cuatro puntos seguidos de Gasol dejaron el duelo en un puño (87-88).

El español volvió a igualar el partido desde la línea de tiros libres (91-91) y taponó una penetración de Lou Williams, para que después Bryant anotara una suspensión a falta de seis segundos. Pero justo cuando los Lakers se las prometían muy felices, Iguodala clavó un triple frontal que dio la victoria a los Sixers.