Este artículo se publicó hace 17 años.
Desarticulan una banda de rumanos que robó cobre por valor de 600.000 euros
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una banda integrada por ocho rumanos, uno de ellos menor de edad, que presuntamente se dedicaba a robar cable de cobre en empresas, obras, líneas ferroviarias en construcción y subestaciones eléctricas y cuyo material hurtado está valorado en 600.000 euros.
Por primera vez en Cataluña se imputan delitos de asociación ilícita y desórdenes públicos, además de robos con fuerza y hurtos, a un grupo delictivo especializado en la sustracción de cable de cobre al demostrarse que se trata de una banda jerarquizada y organizada, según ha informado hoy la policía catalana.
Los detenidos, residentes en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y de entre 17 y 39 años de edad, han quedado en libertad con cargos después de declarar ante el juez, y sobre ellos pesaban diversos antecedentes por robo.
Los arrestos se produjeron el pasado martes en Santa Coloma de Gramenet tras un registro en el domicilio del cabecilla del grupo delictivo, que en una única acción robó cobre por valor de 300.000 euros.
Los detenidos son Fabian Dimitru M., de 26 años; Maricel L., de 22 años; Traian M., de 27 años; Petrica D., de 25 años; P., de 39 años; Marin L., de 37 años; Neculai L., de 21 años; y Nicu P., de 17 años.
En el momento del registro, los agentes detuvieron a cuatro de los integrantes de la banda cuando llegaban en una furgoneta cargada con 600 kilogramos de cable de cobre de alta tensión presuntamente robado en una subestación eléctrica.
Según los Mossos d'Esquadra, los ocho rumanos formaban un grupo claramente organizado que se dedicaba en exclusiva a robar cable de cobre en empresas, líneas del AVE en obras e instalaciones eléctricas de toda Cataluña, y sus acciones tienen una repercusión importante, no sólo desde el punto de vista económico, sino también por los desperfectos que ocasionan.
La investigación de la policía catalana empezó a principios del pasado mes de julio a raíz de diversas denuncias interpuestas por empresas que habían sido víctimas de esta banda.
El robo de cables de cobre, de planchas de acero inoxidable o de objetos de níquel se ha convertido en medio de subsistencia de algunas familias de delincuentes que, a diferencia de los antiguos quincalleros, actúan de acuerdo con la fluctuación del mercado bursátil de los metales.
La mayor parte del metal robado, especialmente si son grandes cantidades, viaja a fundiciones en el extranjero, sobre todo de China e India, dos de los principales consumidores actuales.
El robo de metales en Cataluña causó el pasado año dos muertes: la de un vigilante de las obras del AVE en Castellet i la Gornal (Barcelona) que murió el 11 de noviembre golpeado por unos ladrones que se llevaron las bobinas de cable de cobre, y la de un hombre de 36 años que falleció el 12 de diciembre electrocutado cuando intentaba acceder a través de un transformador eléctrico a una fábrica abandonada en Tarragona para llevarse cables de cobre.
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