Este artículo se publicó hace 18 años.
Descartan la responsabilidad policial en el accidente que causó los disturbios en París
La Fiscalía de Pontoise, que investiga el accidente que provocó la muerte de dos jóvenes y desató dos noches de disturbios en las afueras de París, aseguró hoy que los primeros elementos de la investigación confirman la ausencia de responsabilidad policial en el hecho.
Los dos chicos, de 15 y 16 años, fallecieron el pasado domingo en la localidad de Villiers-le-Bel, al norte de París, después de que chocaran con una moto contra un coche patrulla de la Policía.
El hecho provocó una airada respuesta de jóvenes del barrio conflictivo, que provocaron violentos disturbios e hicieron revivir escenas similares a las que en otoño de hace dos años obligaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia en el país.
En un comunicado, la fiscal de Pontoise, Marie-Thérèse de Givry, señaló que "el examen técnico de los vehículos y las constataciones forenses corroboran los primeros elementos de la investigación" de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), la llamada "policía de las policías", según los cuales los agentes que conducían el coche patrulla no tuvieron responsabilidad en el hecho.
Además, la fiscal precisó que los agentes que conducían el vehículo estaban en el lugar de los hechos cuando llegaron los servicios de emergencia, en contra de lo asegurado por allegados de los fallecidos, quienes sostenían que se habían ido.
De Givry indicó, sin embargo, que aguarda al resultado de "todos los informes escritos y todos los testimonios" que ha solicitado antes de tomar una decisión judicial sobre el caso, que entiende investigar "con transparencia y objetividad".
Los disturbios que siguieron al suceso han provocado un balance de decenas de policías heridos en la media docena de localidades en las que se propagaron en las dos últimas noches.
La ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie, denunció hoy el uso de armas de fuego contra los agentes, varios de los cuales están heridos de gravedad.
En medio de las protestas, se multiplican los llamamientos a la calma y las críticas de la oposición de izquierdas al Gobierno conservador, al que acusan de no haber actuado después de los disturbios que tuvieron lugar hace dos años.
La ex candidata presidencial socialista Ségolène Royal denunció hoy la "escalada de violencia intolerable" contra los policías, pidió una "movilización nacional" para mejorar la situación de los barrios periféricos y denunció que el Ejecutivo no ha hecho nada desde los sucesos de 2005.
"Hay que pasar de los discursos a los hechos", destacó la líder socialista, quien instó a que "todas las tendencias políticas" se unan para buscar soluciones a los problemas de estos barrios para que sus habitantes "tengan esperanzas de encontrar trabajo".
Seis alcaldes socialistas de la periferia de París, por su parte, hicieron un llamamiento a la calma e instaron a adultos y padres a que pidan a sus hijos que se queden en casa.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que concluye hoy un viaje oficial a China, mantendrá mañana, a su regreso a París, una reunión sobre seguridad con el primer ministro, François Fillon, y los titulares de Interior y Justicia, entre otros.
La responsable de la Política de la Ciudad, Fadela Amara, de origen magrebí como los dos jóvenes fallecidos, aseguró que Sarkozy recibirá a sus familiares.
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