Unos desconocidos atacan con botes de humo la sede del candidato Musavi

Un grupo de desconocidos ha atacado con botes de humo una de las sedes electorales del candidato independiente pro reformista Mir Husein Musavi, donde crearon gran confusión pero no causaron heridos.

Testigos explicaron que poco después de las tres de la tarde hora local (10:30 GMT), un grupo de hombres lanzaron varios botes de humo y gas contra el edificio que ex presidente iraní Mohamad Jatami -que apoya al ex primer ministro- tiene en el barrio de Queitarieh, en el norte de Teherán.

"Hubo mucha confusión pero afortunadamente no ha habido que lamentar heridos. Hemos tenido que evacuar el edificio, pero nada más", explicó uno de los afectados.

En la citada sede está centralizada la campaña a través de internet de Musavi, principal amenaza para la reelección del presidente, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

Tras emitir el voto, el ex primer ministro ha vuelto a expresar su temor de que las elecciones, cruciales para el futuro del país, no sean limpias.

El juego sucio

Irán ha vivido en las últimas dos semanas una dura campaña electoral, plagada de acusaciones e insultos sin precedentes, que ha polarizado la sociedad, divida entre los seguidores del presidente ultraconservador y aquellos que simplemente desean que no sea reelegido.

La polémica arrancó después de que Ahmadineyad acusara en televisión al ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanayani, uno de los hombres más ricos y poderosos del país, de corrupción y conspiración para derrocar su gobierno. Asimismo, alegó que Jatami se había unido a Rafsanayani y al candidato Musavi para derrocar su gobierno.

Nuevas denuncias de irregularidades

La dirección de campaña del candidato pro reformista Mir Husein Musavi ha denunciado numerosas irregularidades cometidas en diferentes colegios de Teherán, a los que no han tenido acceso los grupos de observadores.

El comité nacional ha emitido "más de siete millones de papeletas más de las necesarias para la votación"

Según Alí Akbar Mortazaminpour, jefe del comité de supervisión de los sufragios de Musavi, "más del 40% de los colegios de la capital han carecido de observadores" debido a la confusión que supuestamente ha causado el Ministerio de Interior.

Al parecer, muchos de los delegados tanto de Musavi como del otro candidato reformista, Mehdi Karrubi, no han podido ejercer su función ya que las acreditaciones que recibieron "tenían errores, e incluso fotos cambiadas".

Mortazaminpour ha denunciado, asimismo, que el citado comité nacional ha emitido "más de siete millones de papeletas más de las necesarias para la votación". "Las quejas que hemos recibido son numerosas, pese a que tampoco han funcionado bien las comunicaciones" en los alrededores de los colegios, ha apostillado.

En uno de los colegios del sur de Teherán, cercano al Gran Bazar, Beshat Shardaz, observadora de Musavi, ha confirmado alguna de esas irregularidades. "En general va bien, pero tengo que estar muy atenta porque en muchas ocasiones olvidan estampar el sello en la papeleta a los que ya han votado", ha explicado.

Antecedentes

Desde que el pasado 22 de mayo arrancara la campaña electoral, los seguidores de Musavi y de Karrubi han expresado, de forma reiterada, su temor a que las elecciones no fueran limpias.

Karrubi ya denunció en 2005 un supuesto fraude a favor de Ahmadineyad, quien alcanzó la segunda vuelta con sólo 650.000 votos de diferencia con el clérigo aperturista.

Más de 46 millones de iraníes están convocados este viernes a las urnas en las décimas elecciones presidenciales desde el triunfo en 1979 de la revolución islámica.

Los resultados finales, que deben ser validados por el poderoso Consejo de Guardianes, se conocerán 24 horas después del cierre de los colegios.

En caso de que ninguno de los cuatro candidatos consiga más del 50% de los votos emitidos y considerados válidos, deberá celebrarse una segunda vuelta, ya prevista para el próximo viernes.