Desmantelada una banda acusada de 77 robos en casas, hoteles y comercios

La Guardia Civil ha desmantelado, con la detención en Alicante, Murcia y Madrid de 27 de sus miembros, una organización a la que se le imputan más de 77 delitos, fundamentalmente robos en domicilios, aunque también en hoteles y centros comerciales.

La banda estaba dividida en tres grupos, que llevaban a cabo su actividad en las provincias de Alicante, Murcia, Valencia, Albacete, Castellón y las Islas Canarias, según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

El primero de los grupos, núcleo de la organización, se especializaba en robos en interior de viviendas y posterior venta de los artículos robados en España a receptores habituales, o enviándolos al extranjero.

En ocasiones, estos robos derivaban en acciones violentas, como en una vivienda de Los Nietos-Cartagena (Murcia), donde un matrimonio de ancianos que residía en ella fue golpeado y amenazado con armas blancas.

Un segundo grupo se trasladó a las Islas Canarias para aprovechar la gran afluencia turística durante los carnavales para organizar una campaña de robos en hoteles y apartamentos, y fue detenido por agentes de la Guardia Civil a su regreso al aeropuerto de Barajas (Madrid), donde se les intervinieron 10.000 euros en efectivo y un kilo de oro en joyas.

El tercer y último grupo se dedicaba especialmente a los hurtos de ropa y otros artículos en centros comerciales, escondiéndolos en cajas forradas de aluminio para evitar que sonara la alarma o envolviéndolos en papel de regalo para camuflarlos.

La Guardia Civil de Alicante inició la llamada 'operación Vaqueros' en septiembre del año pasado, cuando identificó a los componentes del primero de los grupos y extendió la investigación al resto de la red.

En los nueve registros domiciliarios que han seguido a las detenciones, los agentes se han incautado de joyas y efectos robados por valor de 90.000 euros, 2.000 prendas de ropa de marcas comerciales, dinero en efectivo, un vehículo y documentación falsa.

A la banda, que funcionaba a través de varias células asentadas en Alicante, integradas por personas con amplio historial delictivo y que eran dirigidas por un líder que organizaba y dinamizaba su actividad, se le atribuyen asimismo otros delitos, como robo de vehículos y tráfico de drogas.

Los 27 detenidos son de diversas nacionalidades, fundamentalmente españoles, franceses, holandeses y argelinos, y tienen edades comprendidas entre 22 y 53 años.