Este artículo se publicó hace 15 años.
Desmantelada una sucursal de la mafia napolitana en Madrid
La Guardia Civil detiene a siete miembros del clan Gli Spagnoli por blanqueo
Nada estaba a su nombre. Ni sus empresas de hostelería. Ni el contrato de alquiler del lujoso chalé a las afueras de Madrid donde vivía. Ni siquiera sus documentos reflejaban su verdadera identidad. En ellos, como en casi todo, utilizaba el nombre de su hermano Domenico, sin antecedentes penales y con el que guardaba un gran parecido físico. De este modo, Vicenzo Scarpa, de 44 años, presunto capo de la Camorra palabra que designa a la mafia napolitana, se movía tranquilamente desde hace dos años por España.
La Guardia Civil puso el pasado martes fin a su plácido retiro. Agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI, los geos del Instituto armado) asaltaban en la madrugada de ese día la vivienda que ocupaba en la calle Rododendro, en la localidad madrileña deRivas Vaciamadrid, y lo detenía junto a su mujer, I. M.; su hijo, B. S., y un sobrino, C. A. S. Paralelamente, también eran capturados F. L., E. S. y P. S., tresde sus lugartenientes, también de nacionalidad italiana.
Scarpa estaba en busca y captura por orden de la Justicia italiana acusado de tráfico de drogas. Las autoridades del país transalpino le consideran integrante del llamado clan Gli Spagnoli (Los Españoles), un grupo mafioso que ha hecho de España su principal lugar de refugio, como lo demuestra la detención en los últimos años en localidades de la costa mediterránea de varios de sus integrantes, entre ellos, el considerado capo principal, Raffaele Amato O Lello, detenido hace menos de dos semanas en Marbella.
Según las investigaciones del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central Operativa (UCO), Vicenzo Scarpa no sólo había buscado refugio en España, sino que había montado desde su llegada en 2007 un pequeño entramado de empresas que presuntamente utilizaba para blanquear parte del dinero que su clan obtenía con el narcotráfico en Italia. En concreto, el presunto mafioso había fundado, siempre a nombre de Domenico, una empresa de distribución de alimentos italianos, la pizzería La Bella Napole y un bar-cafetería, situados estos dos últimos en la avenida Pablo Iglesias de Rivas Vaciamadrid.
Según fuentes de la investigación, tanto Vicenzo como su familia han mantenido durante estos dos años un alto nivel de vida que no se correspondía con los escasos ingresos de sus negocios. De hecho, en los siete registros realizados, la Guardia Civil se ha incautado de cerca de 200.000 euros gran parte de ellos en billetes de 100euros, así como de 11 coches de alta gama entre los que destaca un automóvil valorado en 150.000 euros-, dos motocicletas de gran cilindrada, joyas y relojes. Demasiado lujo para alguien que cuando era detenido insistía en llamarse Domenico.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.