Este artículo se publicó hace 15 años.
Un desorientado Papa se rompió la muñeca al golpearse con la pata de la cama
El portavoz vaticano evoca la caída del Pontífice
El papa Benedicto XVI se rompió la muñeca derecha al tropezar con una pata de la cama de su alcoba y caer cuando, en la oscuridad de la madrugada del pasado día 17, buscaba el interruptor de la luz de la habitación, ha desvelado en un relato edulcorado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
"El Papa se levantó durante la noche en una habitación que es distinta a la habitual en la que duerme en Roma y a oscuras buscaba el interruptor de la luz. Tropezó con una pata de la cama, cayó y se dañó la muñeca", ha evocado.
"No pidió ayuda a nadie, ni le dio más importancia a la caída", asegura su portavoz
El portavoz ha detallado que Benedicto XVI no pidió ayuda a nadie, ni le dio más importancia a la caída, hasta que a la mañana siguiente vio que tenía la mano hinchada y el dolor continuaba.
Desayuno y al hospitalBenedicto XVI ofició, no obstante, la primera misa del día, desayunó y después -alrededor de las nueve de la mañana local- fue trasladado al hospital de Aosta -la capital del Valle de Aosta, donde se encuentra Les Combes- para ser operado de la fractura.
El Papa entró en el hospital Umberto Parini de Aosta por su propio pie, de buen humor y bromeó con los doctores sobre la caída, según han narrado fuentes hospitalarias.
La operación fue realizada por Manuel Mancini, jefe de traumatoogía del hospital valdostano, quien, una vez concluida contó que la intervención permitió un "perfecta alineación de la fractura y una recuperación al cien por cien".
"Se ha tratado -dijo- de una operación de rutina, llamada a 'cielo abierto', que no han comportado ningún corte, sino la simple aplicación, a través de orificios algunos hilos de metal, para mantener la muñeca en posición, con los que se ha reducido la fractura".
El piano espera al PapaLa muñeca derecha del Papa ha sido inmovilizada con un aparato realizado con un material formado con fibras de vidrio, en forma de tejido, que tiene las mismas funciones que la escayola y que deberá llevar durante un mes.
Una vez se la quiten y tras la rehabilitación, el Papa podrá usar perfectamente la mano derecha, tocar el piano -una de sus aficiones preferidas- o escribir cartas, ha asegurado feliz Mancini.
El Papa regresará el próximo miércoles a Castel Gandolfo, al sur de Roma y será el profesor Vincenzo Sessa, jefe de Traumatología del Hospital Fatebenefratelli, de Roma, quien seguirá la evolución de la mano derecha.
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