El ex sacerdote Pierino Gelmini, uno de los católicos italianos más destacados y con buenas relaciones políticas, recibió el viernes la orden de presentarse a juicio por acusaciones de abusos sexuales en un centro de rehabilitación para drogadictos, informó su abogado.

Doce hombres que eran residentes en uno de sus centros de rehabilitación lo acusaron de abusar sexualmente de ellos, algunos cuando eran adolescentes.

Gelmini, que ha negado las acusaciones, fue apartado del sacerdocio por el Vaticano, respondiendo a una solicitud personal que presentó hace dos años, en una maniobra que según dijo le permitiría defenderse mejor.

El juicio de Gelmini, de 86 años, que a menudo ha aparecido en la televisión nacional, empezaría el próximo año en la ciudad de Terni, en el centro del país, cerca de uno de sus centros de rehabilitación para drogadictos.

Gelmini, que fue acusado al final de una investigación que duró varios años, tiene aliados poderosos en la política italiana entre sus partidarios.

Cuando cumplió 80 años, el primer ministro, Silvio Berlusconi, dio un discurso en su celebración de cumpleaños. Maurizio Gasparri, jefe del partido de Berlusconi en el Senado, se refirió a Gelmini una vez como "uno de los pocos héroes de nuestro tiempo".

En comparación a países como Estados Unidos y Alemania, Italia ha tenido relativamente pocos casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y algunos observadores creen que esto se debe a que la Iglesia aún tiene un enorme poder.

En marzo, monseñor Charles Scicluna, responsable del departamento del Vaticano que investiga casos de abusos, dijo que está preocupado por "una cierta cultura de silencio que siento que aún está muy extendida en el país (Italia)".

Gelmini, conocido más comúnmente en Italia como "Padre Pierino" fundó su "Comunita Incontro" en 1963 y el grupo tiene cerca de 200 centros en Italia que ayudan a drogadictos. También tiene operaciones en lugares como Bolivia y Tailandia.