Este artículo se publicó hace 17 años.
Destituciones, castigos y medias celebraciones marcaron un año de sobresaltos
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La destitución de varios técnicos, entre ellos dos entrenadores, la renuncia a la presidencia del máximo accionista del club, el castigo de no jugar para algunos integrantes de la plantilla y las medias celebraciones del título de Copa del Rey han marcado la temporada 2007-2008, plagada de sobresaltos.
Al margen de todos estos detalles, la campaña que ahora termina se recordará por la del contraste entre este título, obtenido con brillantez, y la clasificación en la Liga, donde tras un buen inicio se dio paso a una línea descendente que no permitió asegurar la permanencia hasta la penúltima jornada del campeonato.
Sin embargo, en el momento en que ha caído el telón de las competiciones se pueden observar las grandes diferencias entre el Valencia que debutó en la fase previa de la Liga de Campeones hace nueve meses contra el Elfsborg sueco y el que ha terminado la competición como décimo en la Liga.
Además, buena parte de los actuales responsables del club muy poco tienen que ver con los que empezaron la temporada. Técnicos como Quique Sánchez Flores y Ronald Koeman, ayudantes como Fran Escribá, José Mari Bakero, Toni Bruíns Slot o el director deportivo Miguel Ángel Ruiz han pasado a la historia del Valencia.
El club ha cerrado la campaña, desde un prisma deportivo, a las órdenes de Salvador González Marco 'Voro' en el banquillo y con Juan Sánchez como responsable de la secretaría técnica.
También están fuera del club algunos empleados y miembros del consejo de administración como los vicepresidentes Enrique Lucas y Rafael Salom, en una entidad en la que cambio formalmente más notable, el de presidente, es el que menos variaciones ha conllevado.
El acceso a la presidencia formal de la entidad de Agustín Morera el pasado 12 de marzo no ha provocado cambio alguno en las formas de gestionar el club.
El protagonismo todavía pertenece al máximo accionista del Valencia, Juan Soler, que presenció su último encuentro en Mestalla el pasado 2 de diciembre ante el Athletic de Bilbao (0-3), que se pronunció públicamente por última vez un mes después, pero que no ha dejado de dirigir la entidad a partir de la responsabilidad a la que no ha querido renunciar en función de sus acciones.
Quizá el detalle puntual que más se recordará de la actual campaña ha sido la decisión no explicada de Koeman de prescindir de los jugadores Santiago Cañizares, David Albelda y Miguel Ángel Angulo, que se adoptó el 18 de diciembre de 2007 sin que el consejo de administración se opusiera a la medida.
Desde el club se afirmó que la carrera de estos futbolistas había terminado, aunque poco después Soler dijo, el 28 de diciembre, que no estaban ni apartados de despedidos. A continuación David Albelda denunció al club, se celebró el juicio y el que juez dio la razón al Valencia. El proceso se cerró cuando el futbolista optó por no recurrir la sentencia.
La campaña también encontró protagonistas en la afición que pidió en diferentes momentos la marcha de Quique, Koeman y Soler, pero que durante muchos meses pareció más resignada que crítica con la mala trayectoria de un equipo que ofrecía una imagen penosa, sobre todo en los partidos de casa.
Tan sólo empezó a aparecer para dar apoyo a sus jugadores en la semifinal de Copa del Rey ante el Barcelona y, por supuesto, en la final contra el Getafe. Más tarde, cuando el equipo tenía la soga del descenso al cuello, contribuyó notablemente a que ganara los partidos disputados en casa ante Osasuna y Zaragoza, en los que fraguó su continuidad en Primera.
Además, no faltaron episodios que poco contribuyeron a dar estabilidad a una plantilla a la que mucho le costó entender la filosofía futbolística de Koeman, el técnico que les dirigió desde noviembre hasta abril y con el que, tras su marcha, fueron críticos algunos integrantes del equipo como Joaquín o Vicente.
Manuel Fernándes, cedido en el mercado de invierno al Everton inglés, fue detenido poco antes de la cesión en una discoteca tras un incidente con un policía, mientras que Ever Banega dio positivo en un control de alcoholemia.
Todo ello no ha impedido que el Valencia vaya a estar presente en la Eurocopa con cuatro futbolistas con España (Carlos Marchena, David Villa, David Silva y Raul Albiol), además de con el portugués Miguel Brito con el equipo de su país.
La polémica ha durado hasta el último día de competición con la negativa de los jugadores a mostrar la Copa del Rey desde el balcón del Ayuntamiento de la ciudad y la división de opiniones entre la afición en el momento en que la sacaron al césped de Mestalla en el último encuentro de Liga.
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