Este artículo se publicó hace 15 años.
"Te destruiré el alma"
La Policía desarticula una organización que prostituía a mujeres nigerianas tras atemorizarlas con rituales vudú
En las pequeñas hojas aparecía el apellido manuscrito. Debajo, con una escritura deslavazada, fechas y distintas cifras: 75 euros, 200 euros, 275 euros... Era la sencilla contabilidad que llevaba la organización dedicada al tráfico de mujeres nigerianas que acaba de desarticular la Policía en seis ciudades españolas, con la detención de 23 de sus presuntos integrantes.
Con estas hojas, arrancadas muchas de ellas de simples libretas, los jefes de la trama, también de nacionalidad nigeriana, controlaban que las decenas de jóvenes prostitutas bajo su control abonaran la deuda de 50.000 euros que contrajeron cuando decidieron ponerse en sus manos para que las trajesen a Europa, bajo el señuelo de una vida mejor.
Pagaban sin rechistar, y las mamys se encargaban de la recaudación y las anotaciones. Estaban seguros de que nos los delatarían y de que sus víctimas no escaparían porque antes de emprender el largo camino desde Nigeria que pasaba por Benín, Níger, Libia, una patera rumbo a Italia y el traslado final a España las sometían a rituales de vudú. "Te destruiré el alma", "te volveré loca", las amenazaban si, una vez en España, huían o acudían a la Policía.
Y ellas, temerosas del poder de aquellos pequeños envoltorios en los que, bajo recortes de periódicos, se escondían unos misteriosos polvos de color negro, firmaban el contrato que las convertía en auténticas esclavas, además de fijar la cuantía de su deuda. Luego, el temor a la magia negra hacía el resto. Iban al club de alterne, a los pisos que les indicaban, se prostituían y, por supuesto, pagaban poco a poco. Unas veces, 75 euros. Hasta 200 cuando el día se había dado mejor.
Sin embargo, el pasado mes de febrero el vudú les falló. Una de las chicas acudió a la Policía en Sevilla y destapó la existencia de esta organización dedicada al tráfico de mujeres. Las investigaciones han permitido tres meses después desarticular la red que operaba, al menos desde enero de 2007, además de en la capital andaluza, en Madrid, Badajoz, Palma de Mallorca, Gijón y Huelva.
Además de los arrestos, la Policía se ha incautado de equipos informáticos, abundante dinero en efectivo, documentos para fabricar contratos de trabajo y preparar falsos matrimonios para conseguir papeles, pasaportes, la contabilidad de las mamys, recibos del dinero enviado a Nigeria y, por supuesto, los pequeños paquetes de vudú con los que sometían a las chicas bajo la amenaza de "destruirles el alma".
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