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Detectan la presencia de un tipo de tiburón de profundidad que pare en la costa de El Hierro

EFE

Francisco y Armando del Rosario, dos hermanos amantes de la naturaleza, el buceo y la fotografía submarina, han comprobado que la costa de El Hierro puede ser lugar de parto de una especie de tiburón poco estudiada, el solrayo o sarda, que habitualmente vive a más de 400 metros de profundidad.

Aunque en ocasiones esta especie ha sido vista cerca de la costa en otras partes del mundo, como la isla de Malpelo (Colombia), no hay antecedentes de encontrar hembras preñadas, lo que hace pensar que se acercan a aguas someras para parir, explicó a Efe el biólogo y buceador Armando del Rosario.

De la misma opinión es Alberto Brito, catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna, quien indicó a Efe que el solrayo, conocido en Canarias como sarda y de nombre científico "odontaspis ferox", es una especie de tiburón conocida para los pescadores, que de vez en cuando capturan alguno en aguas profundas, pero no para los buceadores.

Su aparición en las costas del Mar de las Calmas, una reserva marina en la isla de El Hierro donde se practica habitualmente el submarinismo, es esporádica, se da sólo algunos veranos y en todos los casos han sido hembras preñadas, de unos cuatro metros de largo y 300 kilos de peso.

Pese a su nombre científico, "odontaspis ferox", no se trata de una especie peligrosa, aunque a veces se ha confundido con el tiburón toro. Debe su nombre a que los dientes se le ven por fuera de la boca, lo que le da un aspecto fiero.

Armando del Rosario explicó que el primer encuentro con uno de estos ejemplares fue fortuito, pero a partir de ese momento los dos hermanos han estado tratando de seguir sus pasos y han conseguido fotografiarlos y filmarlos, documentos accesibles en su página web, www.theoceanbrothers.com.

Otra particularidad de la observación de estos escualos en El Hierro es que han sido vistos a muy poca profundidad, uno o dos metros, mientras en otros lugares como Malpelo no se han observado por encima de los 50.

Así se lo explicaron a los hermanos Del Rosario los miembros de la Fundación Malpelo con los que contactaron, una organización dedicada a la preservación de la diversidad biológica y que han realizado estudios sobre esta especie en la isla colombiana.

Los ejemplares que han observado los dos hermanos suelen permanecer en las aguas del Mar de las Calmas alrededor de una semana y después se van, supuestamente de regreso a las aguas profundas tras tener a sus crías.

La observación de los escualos no es regular, aunque siempre es en verano. Por ejemplo el último verano no fue avistado ningún ejemplar, el anterior uno y hace dos años fueron vistos cuatro distintos.

El carácter esporádico de estas visitas es la mayor dificultad para poder estudiar el comportamiento en esta especie en las aguas herreñas, según explicó el catedrático Alberto Brito.

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