Detenida en Murcia una banda que regularizaba fraudulentamente a extranjeros

Agentes de la Guardia Civil han detenido en la Región de Murcia a seis personas que captaban a ciudadanos extranjeros a través de un locutorio de Águilas, para regularizarlos ilícitamente, por lo que se les imputan delitos de estafa, falsificación de documentos y contra los derechos de los trabajadores.

Según informó hoy la delegación del Gobierno, los detenidos, que empleaban datos ficticios de una empresa del sector agrícola para la formalización de la documentación, responden a las iniciales D.M.G., -cabecilla de la red-; M.A.M.G.; O.C.; E.M.N.; S.K., y K.E.G., los dos primeros españoles y los restantes marroquíes.

La Guardia Civil inició la investigación al detectar la presencia en la comarca del Guadalentín de un grupo de personas que supuestamente estaban regularizando de forma ilícita la situación de inmigrantes en territorio nacional.

Las primeras indagaciones policiales se centraron en la obtención de información sobre los integrantes de esta red, su estructura y forma de actuación, todo ello con el objetivo de desmantelarla.

Los integrantes de esta organización criminal, con estructura organizada y jerarquizada, se encargaban de captar ciudadanos en situación irregular en España para ofrecerles regularizar su situación mediante la obtención de un contrato de trabajo fraudulento a cambio de una cantidad de dinero en efectivo, que sería satisfecha a plazos.

Para la formalización de la documentación necesaria en este proceso, la organización buscaba contratos de trabajo, para lo cual empleaba el nombre de una empresa del sector agrícola, con C.I.F. y sedes ficticias.

La organización repartía las distintas tareas entre los miembros de la banda, y así por un lado manipulaban los contratos de trabajo y realizaba la falsificación documental, y por otro lado tramitaba la documentación y recaudaba lo convenido con el ciudadano extranjero.

Otro sector de la red aprovechaba su puesto de trabajo al frente de un locutorio en Águilas para "captar" a posibles futuros clientes y ponerlos en contacto con el grupo delincuencial.

Varios ciudadanos extranjeros en situación irregular pretendieron obtener un contrato de trabajo falso en la empresa agraria, para con ello, y apelando a la situación de arraigo, poder regularizar su situación en España.