Este artículo se publicó hace 16 años.
Un detenido por el violento asesinato de dos estudiantes franceses en Londres
El problema de los homicidios en la capital británica, así como el horror de muchos de los casos, está convirtiendo a Londres en un nuevo foco de violencia
Un joven de 21 años fue detenido hoy en relación con el asesinato de dos estudiantes franceses en un piso de Londres, donde recibieron un total de 243 puñaladas antes de que sus cuerpos fueran quemados, informó Scotland Yard.
El hombre, cuya identidad no ha sido facilitada, fue arrestado a las 02.40 GMT de hoy y permanece retenido en una comisaría del sureste de la capital británica, añadieron las fuerzas del orden.
Los cuerpos de Laurent Bonomo y Gabriel Ferez, ambos estudiantes de bio-ingeniería y de 23 años, fueron hallados en un piso de New Cross, en el sureste de Londres, hace casi una semana.
Los jóvenes -según la Policía- fueron apuñalados en el pecho, el cuello y la cabeza antes de que se prendiera fuego a sus cuerpos.
De acuerdo con Scotland Yard, el piso donde vivían los estudiantes había sido objeto del robo de un ordenador portátil días antes del asesinato, si bien se desconoce si esto puede estar relacionado con el brutal asesinato.
La Policía precisó, además, que un hombre blanco fue visto huyendo en las inmediaciones del piso tras declararse el incendio.
Bonomo y Ferez, estudiantes de bio-ingeniería en Francia, estaban en Londres para cursar durante un periodo de tres meses estudios de genética en el Imperial College. A finales de julio tenían previsto regresar a su país.
En los últimos siete meses han muerto a tiros o a navajazos 18 menores de 18 años en Londres, 32 en el conjunto del país. Sin conocerse con exactitud las cifras totales, al menos habían muerto 45 personas hasta el 31 de mayo, frente a los 30 fallecidos del año anterior durante el mismo periodo.
La cifra de homicidios, sólo en Londres, se eleva a 162 entre mayo de 2007 y mayo de 2008, superando a los 155 del año anterior.
Un grave dilema para el primer ministro, Gordon Brown, ya que la oleada de homicidios en la capital británica se está convirtiendo en un problema político.
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