Este artículo se publicó hace 13 años.
La deuda pública no necesita a Trichet
Àngel Ferrero
La deuda pública española resiste sin asistencia. La subasta del Tesoro de ayer dio con horas de antelación su particular despedida al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y a su timorata gestión de la crisis de la deuda periférica. Demostró que es capaz de despertar apetito a mejor precio, a pesar de que el BCE volvió a dejar en pírricas la semana pasada las compras de bonos españoles e italianos en el mercado secundario. Una decisión por la que Italia sí está sufriendo.
Ayer, el mercado pidió al Tesoro español 8.567 millones de euros en bonos a tres y cuatro años, casi el doble de lo que se adjudicó, 4.499 millones, el objetivo máximo previsto. La rentabilidad exigida fue inferior a la de la subasta anterior. Se adjudicaron títulos a tres años al 3,63%, lo que supone una reducción de la rentabilidad exigida cercana al 26%. Se emitieron también títulos a tres y cuatro años ligados a subastas anteriores, con reducciones de la rentabilidad del 18,4% y el 13,7% respectivamente.
El mercado pide 8.600 millones, casi el doble de lo adjudicado
"La subasta ha ido muy bien por precio y por cantidad", explicó José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Cuando fuerzas en la subasta para lograr más financiación y colocas a rentabilidades superiores a las que se piden en el mercado secundario (el de compra y venta en el que cotizan los títulos ya emitidos), la percepción de la subasta es negativa". Esta vez, sin embargo, "se han adjudicado títulos a un interés marginal (rentabilidad máxima a la que se acepta entregar bonos) igual al que se estaba pidiendo en el secundario". Esto se ha tomado de forma positiva y ha hecho que los títulos españoles en general hayan seguido mejorando en el citado mercado secundario en el día de hoy, reduciendo la prima de riesgo (distancia con respecto al bono alemán).
Salgado no ve incertidumbreTras conocerse los resultados de la subasta, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, la calificó de "muy positiva" por la alta demanda recibida, y añadió que "no existe ninguna incertidumbre sobre la financiación del Tesoro Público español".
La rentabilidad exigida a los bonos a tres años cae cerca del 26%
A pesar de las alertas de una posible vuelta a la recesión que han lanzado diversos organismos internacionales, "dentro de la inestabilidad (de los mercados) estamos viviendo algo de calma", comentó Salgado. Las emisiones van "por excelente camino", según la vicepresidenta.
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