El día en que tocó digerir las encuestas

Quedan exactamente seis días para conocer el desenlace final de esta campaña electoral. Y a la espera de conocer cómo queda configurado el mapa político de la Unión Europea, los candidatos se enfrentaron el domingo a un examen parcial: el de las encuestas de ecuador de campaña publicadas en cinco periódicos. Fue el menú con el que desayunaron el domingo en todos los partidos. Por mucho que se empeñen en negarlo, servirá para afinar sus mensajes en esta recta final hacia el 7-J. Si en algo están de acuerdo en todas las formaciones que concurren a esta cita después de analizar los datos es en que deben echar el resto en movilizar al electorado. El fantasma del 7-J se llama abstención.

Aguirre volvió a llamar a que su partido gane "por diez puntos"

Pese a que las encuestas no le dan los seis o siete puntos de ventaja sobre el PSOE que vaticinaba Mariano Rajoy con la campaña recién estrenada, el partido que mejor parado sale en los últimos sondeos publicados es el PP. Salvo la encuesta de La Vanguardia, en la que los socialistas consiguen una leve ventaja, el resto de medios, incluido Público, prevén una victoria de los conservadores que se mueve entre los dos y los cuatro puntos de ventaja.

La primera dirigente del PP en reaccionar a los datos fue Ana Mato, vicesecretaria general de organización. Mato hizo un hueco en su discurso contra Rodríguez Zapatero a cuenta del Falcon para señalar que "el resultado será mejor del que vaticinan todas las encuestas". Pese a todo, añadió que la valoración de los sondeos por parte del PP es "positiva" porque "hay un ensanchamiento de la distancia entre PP y PSOE". A la hora de precisar cuál sería un buen resultado, prefirió no mojarse mucho: "ganar". Y punto.

Aguirre pide más ventaja

Más allá fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que abogó, por "sacarle no tres, ni cuatro, ni cinco puntos, sino diez" al Partido Socialista para acortar la llegada de su partido al la Moncloa. Era la segunda vez que lo hacía en campaña. La ventaja propuesta por la lideresa es la misma que determinados sectores del PP y de la derecha mediática demandan a Mariano Rajoy.

El PSOE se aferra a su sondeo interno, que pronostica un empate con el PP

Mientras, el candidato conservador, Jaime Mayor Oreja, hizo una llamada a mirar más allá de los porcentajes. "La realidad va a exigir que no sean las encuestas las que se movilicen de aquí al 7-J".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, obvió los sondeos en su mitin de Barakaldo. No obstante, en su entorno restan importancia a estos datos y otorgan más validez a su encuesta interna (2.500 entrevistas) que pronostica un empate con el PP a 23 escaños. Este sondeo atribuye el 42,7% de los sufragios a los socialistas y el 42,5 al PP.

Pese a que los socialistas den más valor a los datos de su propio sondeo, su secretaria de Organización, Leire Pajín, hizo una reflexión sobre los datos publicados ayer: "Todas dicen una cosa: a medida que avanza la campaña, el PSOE sube y el PP baja".

En IU no se hizo ninguna alusión directa a los datos publicados. Pero sus dirigentes hicieron varias llamadas a movilizar al electorado "pueblo a pueblo y comarca a comarca" para recortar la abstención. Fuentes de la dirección de la federación no ocultaban su desconcierto por las encuestas, pero advertían de que estos sondeos no calculan cómo afectará la abstención.