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Díaz Ferrán y Pascual piden al Gobierno ayuda para Marsans

Intentan lograr avales de 50 millones de la empresa semipública Cesce. Aseguran tener tres ofertas de compra

SUSANA R. ARENES

La historia se repite. El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio y vicepresidente de la patronal, Gonzalo Pascual, intentan salvar Marsans, la mejor empresa que tienen en su entramado, utilizando la misma vía que falló para Air Comet: pidiendo ayuda directa del Gobierno. Los empresarios buscan que el Gobierno autorice avales por unos 50 millones de euros a través de la aseguradora de crédito Cesce, controlada en más del 50% por el Estado y participada también por Santander y BBVA.

Unos 25 millones podrían cubrir y liberar líneas de crédito para Marsans y otros 25 millones para filiales, como los operadores turísticos Mundicolor o Tiempo Libre, según los datos del grupo a los que ha tenido acceso UGT. La decisión está en manos de la ministra de Economía, Elena Salgado. Oficialmente, la compañía no quiso comentar la cuestión de los avales. Pero confía en conseguirlos. Según fuentes sindicales, la propuesta partió de Gonzalo Pascual, que es el presidente y dirige el día a día de la agencia de viajes, y no de la banca, con la que los empresarios negocian refinanciar toda la deuda de su red empresarial (más de 600 millones).

La caída de Marsans costaría 130 millones al Estado, según UGT

La situación de Marsans, una de las principales agencias de viajes del país, es crítica. El mes pasado, diecinueve entidades financieras le prestaron 30 millones para la crucial campaña de verano. Pero ya los ha destinado a cubrir impagos que tenía con proveedores (fundamentalmente hoteles). De hecho, Marsans ha tenido dificultades para pagar la nómina de marzo de sus 4.000 empleados, que acabó de abonar ayer. Así comenzó el calvario que aún sufren hoy los 650 trabajadores de Air Comet, que cerró el 21 de diciembre y que aún les debe hasta diez meses.

La solución es la venta. De hecho, fue una exigencia de la banca para conceder el último crédito. Los dueños, por su parte, esperan venderla en breve, según fuentes solventes de Marsans. Tienen tres ofertas, según aseguran las citadas fuentes. El grupo turístico Orizonia que ya intentó comprar la agencia de viajes el año pasado sigue interesado, igual que sus dueños, los fondos de capital riesgo Vista Capital y Carlyle, que sopesan si compran Marsans al margen de Orizonia.

Ante la encrucijada de Marsans, UGT ha decidido actuar para evitar que 4.000 empleados puedan quedarse en la calle, al margen de la confrontación con la CEOE sobre la reforma laboral. El secretario general de la federación de Transportes de UGT, Miguel Ángel Cilleros, quiso dar ayer un mensaje de confianza sobre la compañía 'que tiene viabilidad por sus cuentas', y reclamó una 'solución rápida'. 'La mejor es la venta', señaló en una rueda de prensa.

La alternativa rápida es vender la empresa, como exige la banca

Al margen de que los gestores de Marsans 'han perdido su credibilidad ante la banca y también ante las instituciones', Cilleros pidió al Gobierno, a la banca y a los proveedores que participen en una solución. UGT ha hablado con los ministerios de Economía, Industria y Turismo y Trabajo. Al ministro Celestino Corbacho, la central ya le ha avisado de que la caída de Marsans 'costaría 130 millones al Estado' por las indemnizaciones y el paro.

El principal problema es la deuda con los proveedores, a los que la sociedad debía 193 millones en febrero de 2009. Según fuentes del sector, esta cifra podría rondar ya los 300 millones y otros 300 millones sumaría la deuda con la banca (hace un año era de 124 millones).

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