El conservador del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón, ha afirmado hoy que la obra del pintor flamenco Peter Paul Rubens "asume los ideales que España tenía en ese momento", lo que se traduce en "impulsos espirituales, morales y estéticos" dentro de sus cuadros.

Díaz Padrón ha presentado hoy en rueda de prensa el seminario que dirige en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre "Rubens en España", en el que se abordan los vínculos políticos, sociales y artísticos del pintor (1577-1640) con el Imperio Español.

"Tratamos de demostrar que el poderío de este artista se desborda en España", ha declarado Díaz Padrón, quien ha señalado que la relación del pintor flamenco con España "no ha sido suficientemente considerada".

El conservador de la principal pinacoteca española ha valorado la "grandilocuencia" y la "espectacularidad" de la obra de Rubens, del que ha dicho que se puso "al servicio de los intereses exclusivos" del Imperio Español y de la Monarquía.

"No es una cuestión de sentimiento patriótico, sino una verdadera realidad", ha aseverado Díaz Padrón, que ha recordado que entonces Flandes "era una de las provincias del norte de España".

El director del seminario, que ha descrito a Rubens como un hombre religioso y carente de vanidades, ha comparado su pintura con un "sermón que traduce los ideales" y ha subrayado que sus obras "responden a ideas de San Francisco Javier o San Ignacio de Loyola, con referencias a San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús".

Además de los "estímulos morales, religiosos y políticos" que el artista recibió de España, Díaz Padrón ha destacado el "entusiasmo" de la Corona y de "los poderosos hombres de guerra" por tener obras del autor de "Las tres Gracias".

El conservador del Museo del Prado se ha referido al arte flamenco como "glorioso" e "impresionante" y ha señalado que, "al mantenerse en el ámbito católico", se trató de un arte lleno de efervescencia, alegría y espectacularidad "como es el que Rubens transmite".

Además, Díaz Padrón ha mencionado la relación de "simpatía" entre Rubens y Velázquez, quien -a su juicio- probablemente recibió del flamenco el consejo de viajar a Italia, ya que "Rubens vería las obras de un pintor incipiente pero todavía provinciano".