Este artículo se publicó hace 15 años.
Los dibujos y las esculturas del futurista Boccioni se exponen en Londres
La Estorick Collection londinense, galería especializada en las vanguardias italianas del siglo XX, presenta hasta el próximo 19 de abril una exposición dedicada al famoso futurista Umberto Boccioni (1882-1916).
La muestra, integrada por veinte obras dinámicas tanto de la propia colección permanente como de otros museos de Italia, Francia y Gran Bretaña, lleva el título de "Formas Únicas: Dibujos y Esculturas de Umberto Boccioni".
Firmante en 1910 del "Manifiesto de los Pintores Futuristas", Boccioni fue tal vez el más destacado de los cinco artistas asociados a ese documento: los otros son Carlo Carrá, Giacomo Balla, Gino Severini y Luigi Russolo.
Nacido en el sur de Italia, Boccioni se estableció en Roma, donde probó distintos lenguajes pictóricos como el divisionismo, el simbolismo y el expresionismo antes de viajar a Milán y asociarse al movimiento futurista fundado por Filippo Tommaso Marinetti en 1909.
Boccioni iba a convertirse en el principal teórico de una estética futurista, que expuso con energía y rigor en el opúsculo "Pintura y Escultura Futuristas", publicado en 1914, dos años antes de morir durante unas maniobras militares.
La Primera Guerra Mundial privó así al movimiento moderno de uno de sus artistas de más talento y más prometedores.
Al igual que todos los futuristas, Boccioni sintió fascinación por la velocidad y el movimiento aunque logró evitar la influencia de fotógrafos experimentales como Etienne-Jules Marey, que llevó a otros artistas a crear imágenes de objetos repetidas de forma que sugirieran el paso de una figura por distintos puntos del tiempo y del espacio.
Inspirado por la filosofía del francés Henri Bergson, según el cual el movimiento podía analizarse pero no experimentarse de modo tan fragmentario, Boccioni se fijó como objetivo capturar el flujo indivisible de la vida, algo a lo que se acercó mucho con la que se considera su obra maestra, la escultura en bronce "Formas Únicas de Continuidad en el Espacio" (1973), que se conserva en la Tate.
Aunque el futurismo sigue estrechamente asociado en la imaginación popular con el énfasis en la belleza y el poder de la máquina, así como con la fascinación por el dinamismo del entorno urbano, es en sus obras divisionistas donde Boccioni reflejó la febril actividad de los barrios milaneses en los que vivió.
Sus exploraciones más maduras del futurismo se centran en cambio en una iconografía más tradicional como el cuerpo humano, caballos a galope y, aunque parezca un tanto paradójico, las naturalezas muertas o bodegones, temas que se reflejan en varias obras de la exposición de la Estorick.
En algunas obras sobre papel, procedentes de las Civiche Raccolte d'Arte Moderna, de Milán, Boccioni logró capturar el dinamismo explosivo de la energía muscular en piezas densamente trabajadas cuyo carácter volumétrico recuerda el vocabulario del cubismo aunque sus objetivos fueran distintos de los de Picasso, Braque o Juan Gris.
Desgraciadamente se conservan sólo muy pocas de las esculturas de Boccioni ya que en su mayoría se destruyeron después de la muerte del artista.
Una de las más tempranas, la titulada "Abstractos Vacíos y Llenos de una Cabeza", un retrato de la madre del artista en el que éste exploró el doble espacio positivo y negativo, fue objeto de varios estudios preparatorios, dos de los cuales se han incluido en la exposición.
Junto a la muestra de Boccioni, la Estorick presenta una obra multimedia, trabajos sobre papel, murales y esculturas, de su compatriota Luca Buvoli, nacido en 1963, que explora los temas característicos del futurismo: el dinamismo, el conflicto y una sociedad en trance de evolución.
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