Este artículo se publicó hace 16 años.
Digitalizan las 2.000 cartas del archivo epistolar de Caballero Bonald
José Manuel Caballero Bonald ha mantenido correspondencia a lo largo de su vida con los principales escritores españoles del siglo XX y con muchos de Hispanoamérica, y ahora ese importante archivo epistolar, formado por unas 2.000 cartas y postales, ha sido digitalizado y microfilmado.
Se trata de cartas fechadas entre 1945 y 2006, remitidas por escritores de la Generación del 27 como Luis Cernuda, Rafael Alberti, Jorge Guillén, Pedro Salinas o Vicente Aleixandre; por los de la primera generación de la posguerra (Camilo José Cela, Carlos Bousoño o Gabriel Celaya...), por los de su propio grupo, el del 50, (Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez...) y por otros de movimientos literarios posteriores.
Pero Caballero Bonald ha viajado por toda Latinoamérica, fue profesor universitario en Bogotá en la década de los sesenta -"una experiencia espléndida y fundamental" para él- y pasó temporadas en Cuba. Su archivo contiene también cartas del grupo colombiano "Mito" y de escritores como Mario Benedetti, Lezama Lima, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Mario Vargas Llosa o Isabel Allende.
"Por algunas de esas cartas desfila la vida cultural de la época y tienen la Historia como fondo", afirma, en declaraciones a EFE, el escritor gaditano, para quien "es importantísimo" que se haya digitalizado su archivo, "porque son muchos los investigadores que acuden a la Fundación, en Jerez, para consultar ese material".
La Fundación Caballero Bonald guarda la correspondencia literaria del escritor -también su archivo fotográfico- y se ha encargado de la catalogación y digitalización de las cartas, un proceso que hoy ha sido presentado en la sede de esta institución por la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y por la delegada de Cultura, Dolores Barroso, entre otros.
"Querido Pepito: Me llega tu carta del 28, tras haber cundido la alarma en esta casa por tu silencio. Te suponíamos enfermo o encerrado y lo de la torcedura de tu pie -que supongo leve- casi nos alegró, al despejarnos el negro horizonte".
Así comienza la carta -facilitada a Efe- que le dirigió Cela el 30 de marzo de 1958 a Caballero Bonald, secretario en aquella época de la revista "Papeles de Son Armadans". El Premio Nobel le informaba de que el proyecto "Versos y cuentos de Bellver" no saldría adelante. "Uno -quizás contra todas las apariencias- es hombre flexible y que sabe dar marcha atrás a tiempo", afirmaba.
Según le contaba Cela, tampoco habría "nuevas ediciones de poesía". "Es una cuestión de principio: yo puedo perder dinero, es cierto, pero no tirar dinero a la calle. No soy ni lo bastante rico ni lo bastante pobre para permitirme esos lujos", indicaba el autor de "La colmena".
En la abundante correspondencia con Cela no se reflejaba el mal carácter que se le atribuía al escritor.
"Cela era un hombre atrabiliario, muy irregular, que podía pasar de ser una persona educada a ser muy impertinente. Pero en las cartas se mostraba muy afable y me hablaba de la revista y de la vida cultural de la época", señala Caballero Bonald (Jerez, 1926), merecedor de premios tan importantes como el Nacional de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Andalucía de las Letras.
El poeta y novelista gaditano se carteó con la mayoría de los escritores de la Generación del 27, "sobre todo con Guillén, Aleixandre, Alberti y Cernuda".
Con Guillén coincidió unos meses en Bogotá y fue el poeta del 27 al que se sintió "más unido". "Fue muy bondadoso conmigo y entablamos una amistad verdadera, de padre a hijo, casi. Lo quise mucho. También a Aleixandre, sin duda, porque todo el mundo sabe lo generoso que era", afirma.
Alberti "no era, desde el punto de vista poético, un escritor próximo" a Caballero Bonald, "salvo por algún libro". Mantuvo con él una relación "divertida más que nada, por paisanaje y por complicidad", y eso se nota en las cartas que aquél le enviaba, como en la felicitación del año 1969, con simpáticos dibujos del propio poeta, distribuida por la Fundación.
De Alberti le hablaba Aleixandre en una carta del 60 y se extrañaba de que Caballero Bonald lo hubiera encontrado "más viejo y gordo y cansado" de lo que imaginaba. El Premio Nobel sevillano siempre recordaría al autor de "Marinero en tierra" "como era en 1920: fino, rubio, con perfil florentino".
El gerente de la Fundación Caballero Bonald, Fernando Domínguez, le dijo a EFE que las cartas digitalizadas -un proceso financiado por el Ministerio de Cultura y por Cajasol- "están ya en Jerez a disposición de los investigadores sin riesgo de deterioro".
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