Este artículo se publicó hace 15 años.
Dimite un obispo por un escándalo sexual
Un prelado irlandés deja su puesto acusado de encubrir abusos a menores
El obispo John Magee, de 72 años y responsable desde 1987 de la diócesis católica de Cloyne, al sur de Irlanda, abandonó el pasado sábado su puesto envuelto en un escándalo por abusos sexuales.
Magee, que fue asesor personal de Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, se encontraba bajo presión desde el pasado diciembre, cuando la publicación de un informe del NBSC (acrónimo en inglés del Comité Nacional de Defensa del Menor) criticó la forma en que, supuestamente, había hecho frente a las acusaciones contra dos sacerdotes de su diócesis por abuso de menores.
Al parecer, según recoge el informe, Magee nunca cursó una acusación de manera formal, sino que se limitó a trasladar de diócesis a los dos acusados. Muy crítico con la actuación de Magee, el documento del NBSC llegaba a afirmar que la protección de menores en el entorno de Cloyne era "inadecuada y en algunos aspectos peligrosa".
Las peticiones de renuncia contra Magee han sido constantesEstas conclusiones provocaron que el Gobierno irlandés iniciara una investigación estatal sobre abusos sexuales a menores en la diócesis arzobispal de Dublín. Desde entonces, las peticiones de renuncia contra Magee han sido constantes y, aunque no perderá su título de obispo, el Papa Benedicto XVI acaba de designar al arzobispo Dermot Clifford como administrador de la diócesis. "La decisión del Santo Padre de otorgar ese pedido es una señal de la importancia que la iglesia otorga a salvaguardar a los niños y velar por las necesidades de las víctimas", aseguró el cardenal Sean Brady, arzobispo de Armagh y primado de toda Irlanda.
Por su parte, Magee también se ha referido a su dimisión que, según afirmaba en su página web, le permitirá "dedicar todo el tiempo y energía necesarios para cooperar plenamente" con la comisión de investigación que trata de esclarecer, precisamente, la actuación de la jerarquía católica ante los abusos.
Este nuevo escándalo sexual se une a una serie de casos parecidos que, en los últimos años, están minando la autoridad de la Iglesia en Irlanda.
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