Este artículo se publicó hace 13 años.
Dinamarca inicia mañana una presidencia marcada por la crisis del euro
Dinamarca inicia mañana su semestre de presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE), que estará marcado por los esfuerzos para superar definitivamente la crisis del euro, aunque el pequeño país escandinavo tendrá una capacidad de acción limitada.
Con el ritmo marcado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, pero también por Alemania y Francia, Dinamarca (que es junto con el Reino Unido el único país de la UE con una exención de entrada en el euro) no tiene el peso necesario para protagonizar las discusiones e influir de forma decisiva en su desarrollo.
Sin embargo, y tal como ya ha explicado el ministro danés de Asuntos Europeos, Nikolai Wammen, la presidencia danesa apoyará a Van Rompuy "en todo lo que sea posible" durante este proceso.
El inicio de 2012 estará marcado por el lanzamiento de un tratado intergubernamental para la adopción de un nuevo "pacto fiscal" que consagre la disciplina presupuestaria.
Se espera que la cumbre extraordinaria del 30 de enero respalde el texto, de forma que pueda ser firmado en marzo antes de pasar a la ratificación de los países.
La autoexclusión del Reino Unido en la cumbre de los pasados 8 y 9 de diciembre impidió que ese texto supusiera una reforma de los tratados de la UE, pero todos los demás países comunitarios que no tienen el euro (incluyendo Dinamarca) mostraron su disposición a participar (con la salvedad del apoyo parlamentario en Hungría, la República Checa y Suecia).
Precisamente, Dinamarca podría hacer valer su posición de ajeno al euro pero favorable al pacto a fin de tratar de lograr el máximo de apoyos y "unir a los países que están dentro y fuera de la zona del euro", como dijo Wammen al presentar la presidencia de su país hace dos semanas en Bruselas.
La primera ministra danesa, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, ha dicho reiteradamente que junto con las medidas anticrisis su Gobierno es consciente de que hay que relanzar el crecimiento económico europeo.
Y es que las autoridades de Copenhague no esconden que esta presidencia es, en parte, un regalo envenenado, ya que llega "en el momento más difícil" de la construcción europea, para lo que buscarán a toda costa la cooperación entre todos los Estados miembros y huyendo de disputas institucionales que no benefician a nadie.
Además de la crisis del euro y la crisis económica, las demás prioridades generales de esta presidencia serán potenciar el mercado único como motor de crecimiento; promover una Europa verde y aumentar la seguridad exterior e interior de la Unión.
Las presidencias rotatorias de la UE perdieron peso con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, a finales del 2009, ya que la política exterior y la presidencia de las cumbres de líderes están a cargo de responsables permanentes.
Sin embargo, la presidencia sigue teniendo un papel crucial en la marcha de los grupos de trabajo del Consejo de la UE y en el desarrollo de la mayoría de los Consejos de Ministros comunitarios.
En parte por la situación económica y en parte por el lado práctico que tanto caracteriza a los escandinavos, el calendario de reuniones de la presidencia danesa es mucho más escueto que en otras presidencias e incluye lo estrictamente importante.
Helle Thorning-Schmidt llegó al poder hace apenas dos meses, a finales de octubre, con lo que puso fin a diez años de gobiernos de derechas, pero una serie de errores -suyos y de miembros del Gobierno- le han supuesto ya una seria pérdida de popularidad.
Por ello, la primera ministra espera que esta presidencia pueda ser un punto de inflexión y relanzamiento de su joven Ejecutivo.
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