Este artículo se publicó hace 15 años.
Dinosaurios en un fresco de barro
Un yacimiento en el desierto de Gobi revela la organización social de estos reptiles
Hace 90 millones de años, un grupo de dinosaurios se acercaba a la orilla de un lago en el actual desierto de Gobi (Mongolia). La excursión acabó en desastre: en una de esas pequeñas tragedias que tan rentables resultan a la paleontología, los animales quedaron inmovilizados con sus patas traseras hundidas en el barro. Sus intentos de escapar fueron en vano.
Millones de años después, en 1978, un geólogo chino avistó los huesos al pie de una colina en un paraje desolado. Dos decenios más tarde, un equipo chino-japonés desenterraba los primeros restos y descubría una nueva especie, Sinornithomimus dongi, un pájaro-dinosaurio de dos metros, bípedo y herbívoro.
Gracias a la buena conservación de los animales, apenas dañados por los elementos o los carroñeros, científicos de EEUU y China han reconstruido la escena. En Acta Palaeontologica Polonica revelan detalles sobre la organización social de los dinosaurios y las circunstancias de su muerte. David Varricchio, de la Universidad de Montana, dijo sentirse "triste por saber cómo habían muerto".
El dato más novedoso lo apunta Paul Sereno, de la Universidad de Chicago y la National Geographic: "No había adultos o recién nacidos". Como muchas especies actuales, aquellos dinosaurios formaban grupos juveniles emancipados.
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