Dioniso González explosiona a Schömberg y "encuentra ritmo en la fatalidad"

Decenas de altavoces, cimientos de un edificio de los que en algunos casos sale música, componen "Transfigured Schömberg", obra del escultor Dioniso González que desde hoy puede verse en el Museo Patio Herreriano de Valladolid como una arquitectura congelada, explosionada para "encontrar ritmo en la fatalidad".

Se trata de una "compleja producción", realizada por encargo del Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid para lucir en su sala más emblemática, la Capilla de los Condes de Fuensaldaña, durante seis meses, y que parte de la pieza "Transfigured Night" del compositor austríaco Arnold Schönberg, basado a su vez en un poema del alemán Richard Dhemel, ha explicado a Efe González.

El artista asturiano afincado en Sevilla ha dejado a un lado su línea de trabajo basada en las arquitecturas precarias para hacer algo más "volumétrico", buscando el momento "de los detonado, de lo explosionado", la demolición que también significó en su época Schönberg dentro de la música al adentrarse en la composición atonal con sus registros dodecafónicos.

La obra se presenta como una explosión, una transformación de la propuesta de Schönberg con interacción musical, ya que de parte de los altavoces que la componen sale una pieza compuesta para la ocasión que González ha creado junto a un ingeniero de sonido, para que música y escultura "vayan de la mano".

La música va "hacia aspectos que implican cierto drama, vibraciones, corazón, detonación", una cierta tensión que envuelve al visitante durante los quince minutos que dura la pieza.

"Suena a música y a la vez a elementos adversos" y voces que recitan el poema de Dhemel, esa otra "Transfigured Night" que a su vez inspiró a Schönberg.

Para realizar este encargo, González ha trabajado sobre un plano virtual de la Capilla de Fuensaldaña del Museo, que se ubica en uno de los claustros del Monasterio de San Benito, obra de Juan de Ribero Rada, edificado en el Renacimiento.

"Había que hacer una obra que no se saliese del entorno, que es muy protagonista", ha observado el escultor, que aunque espera que la pieza provoque sugerencias múltiples a sus visitantes confía en que al menos "encuentren ritmo en la fatalidad".