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Dior, "más Dior" que nunca, revela su alta costura para este verano

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"Más Dior que Dior", este fue el lema de la suntuosa colección de alta costura para el verano de 2009 que el modisto John Galliano presentó hoy para la célebre firma francesa, con enormes volúmenes, abundancia de plisados, volantes, chaquetas entalladas y sombreros.

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En esta colección, que básicamente está inspirada en la manera de hacer del fundador de Christian Dior (1905-1957), predominan los tonos blancos y los colores de la Escuela Flamenca, según precisó el dossier de letra blanca sobre cartulina gris que fue entregado al público.

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El resultado de esta unión ideada por Galliano surgió paso a paso sobre la pasarela al compás de famosas canciones de amor.

Todas ellas francesas, algunas -recibidas siempre con un leve murmullo general entre los asistentes- procedían del último álbum de Carla Bruni-Sarkozy, ex top-model internacional y tercera esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

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El modisto gibraltareño sólo abandonó la francofonía musical para saludar a su público, en su siempre espectacular aparición sobre la pasarela, a menudo a juego con el tema del desfile.

En esta ocasión, sin duda fue al hilo de los pintores flamencos del siglo XVII, vistiendo de negro, con pantalón y chaleco de satén, camisa de tul transparente, sombrero y luciendo un gran ornamento sobre un hombro.

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Minutos antes, las maniquíes habían portado volúmenes similares en colores muy suaves para adornar sus modelos a juego con los vestidos blancos, amarillos, rosas, salmón, azul rey o celeste que dominarán la todavía lejana primavera-verano Dior 2009.

En el Museo Rodin, ante un plantel de famosos que sólo esta firma es capaz de convocar como Marion Cotillard, Michelle Yeoh, Bojana Panic o Dita Von Teese, se mostraron, por supuesto, propuestas enteramente negras, y algunas en rojos vivos y menos vivos, como el conjunto final que cerró el desfile de una seda casi granate.

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Era un vestido con un corte más largo por detrás que por delante, lo que mostraba un forro floreado de tonos oscuros, los mismos del ancho ribete que bordeaba los amplios pliegues de su falda.

Galliano mostró varios vestidos de gala de este tipo, a menudo con tela de seda y adornados con un juego interior-exterior de forro solo parcialmente oculto, bordado con lentejuelas y pedrerías.

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La abundancia de tejido utilizada en algunos casos era ya en sí todo un homenaje al "New Look" inventado por Christian Dior tras la Segunda Guerra Mundial y un claro frente de ataque contra la crisis, a favor del optimismo.

Batalla artística que tomó aquí en algunos modelos forma de 'Falda Trébol' de cuatro hojas, con pliegues superpuestos, que recordaban, aunque de manera muy indirecta, al quimono de gala, o remitía también a una de las frases con las que Galliano resumía su colección: "El saber hacer de los talleres de la 'Maison Dior' está literalmente vuelto del revés".

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Otros elementos característicos del Dior histórico: los hombros torneados, la cintura fina, las caderas sobresalientes y el uso de volúmenes en la parte superior o inferior de la silueta con amplias faldas en forma de corola, fueron algunas de las notas del desfile en versión rotundamente 2009.

Todo ello gracias a la unión de "la postura de los aristócratas" captada por artistas como Van Dyck (1599-1641), la elegancia absoluta que 'Monsieur Dior' aportó a la estructura y al corte de sus diseños y el trabajo sobre la luz de pintores como Vermeer (1632-1675), según contaba Galliano.

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Difícil hacer sombra a un artista de su talla en el primer día de desfiles de alta costura, aunque cabe destacar la colección presentada hoy en negros, rojos y blancos por Stéphane Rolland, ex director artístico de Jean-Luis Scherrer, en el Palacio de Tokio.

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