Este artículo se publicó hace 16 años.
La diplomacia del fútbol podría ayudar a Turquía y Armenia
El partido de fútbol que se va a disputar el sábado en el estadio Hrazdan de Ereván, lacapital de Armenia, podría marcar una nueva era en las relaciones entre armenios y turcos, marcadas por la hostilidaddesde hace casi 100 años.
El presidente Abdulá Gül se convertirá en el primer dirigente turco que visita la vecina Armenia cuando, invitado por suhomólogo armenio, vuele a la Ereván para ver el choque entre ambos, clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica 2012.
La visita tiene una importancia simbólica enorme para dos países que no tienen relaciones diplomáticas y cuya relaciónestá obsesionada por el asesinato de cientos de miles de armenios por el imperio otomano durante la Primera GuerraMundial.
Si logran ir más allá del simbolismo y restablecen relaciones diplomáticas, ello podría tener una gran trascendenciapara el papel de Turquía como potencia regional, los flujos energéticos desde el mar Caspio y para la influenciaoccidental en la región del sur del Cáucaso, donde Rusia ha demostrado su fuerza con el envío de tropas a Georgia elmes pasado.
"La diplomacia del fútbol se convertirá en un nuevo término en el diccionario de la comunidad internacional" si despuésdel partido hay una mejora real en las relaciones, dijo a Reuters el ex ministro armenio de Asuntos Exteriores VardanOskanian.
Turquía nunca ha abierto una embajada en Armenia y en 1993 decidió cerrar la frontera terrestre en una muestra desolidaridad con Azerbaiyán, otra antigua república soviética donde se habla turco y que perdió una guerra contraseparatistas apoyados por Armenia de la región de Nagorno-Karabaj, que está en su territorio.
Armenia, apoyada por muchos historiadores occidentales, sostiene que hasta 1,5 millones de armenios murieron en ungenocidio.
Turquía niega que fuera un genocidio y argumenta que las muertes fueron resultado de una guerra en la que tambiénmurieron muchos turcos.
IMPORTANCIA REGIONAL
Pero la decisión de Rusia de enviar tropas a Georgia, también ex república soviética fronteriza con Armenia y Turquía,ha convencido a muchos de que ya es hora de que Ankara y Ereván dejen sus diferencias de lado.
que cenará con el presidente armenio, SerzhSarksyan - sigan unas sustanciales negociaciones diplomáticas.
Para Ereván, el primer paso sería que Turquía reabriera el enlace ferroviario. Para Ankara, que Armenia dejara depresionar a los parlamentos extranjeros para que califiquen las muertes de la Primera Guerra Mundial como genocidio, asícomo algún avance en la disputa sobre Nagorno-Karabaj.
"El reto es convertir (el partido) en una situación en la que los dos ganen, y eso sólo puede ser si hay una continuacióna este periodo demostrativo inicial", manifestó Oskanian, que ahora dirige una fundación para el desarrollo y lademocracia.
"Si no pasa (...) entonces Turquía habrá demostrado que esto era sólo un espectáculo. Y eso supone que tantoArmenia como la región serán los perdedores", agregó.
/Por Hasmik Mkrtchyan y Paul de Bendern/
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