Este artículo se publicó hace 16 años.
Para el director de La Cubana, el teatro es el arte más efímero y siempre es volver a empezar
El director de La Cubana, Jordi Milán, ha asegurado hoy que el teatro "es el arte más efímero que hay" y una disciplina en la que "siempre es volver a empezar", porque con cada nuevo proyecto, e incluso con cada nueva función, debes ser capaz de atrapar "otra vez" a un público "exigente".
"El público no es tonto, aunque pueda parecerlo porque a veces se deja llevar", ha dicho Milán en una entrevista con Efe con motivo de la representación de su espectáculo "Cómeme el Coco, Negro" en Zaragoza, precisamente la primera ciudad en la que esta compañía fue contratada como profesional.
Con esta pieza, la compañía catalana celebra su cuarto de siglo de vida, y aunque no ha sido su creación de más éxito sí es la que sintetiza mejor "la manera de hacer de La Cubana", con el teatro de participación, el teatro dentro del teatro, la música, la sorpresa y el juego con el público, según Milán.
"Cómeme el Coco, Negro" es un espectáculo "emblemático" y "actual", teatro que "habla de relaciones humanas", ha dicho el director de La Cubana, quien ha reconocido que también es un homenaje a ellos mismos y a todas las compañías ambulantes "que van de pueblo en pueblo llevando teatro a todos los rincones".
A pesar de que se estrenó por primera vez a finales de la década de los ochenta, y que se basa en un género ya desaparecido, la revista musical, esta obra continúa atrayendo a mucha gente joven. "Les alucina, les divierte", las nuevas generaciones aún la consideran una apuesta "rompedora", ha resaltado Milán.
A su juicio, La Cubana siempre ha conectado con el público porque juega "con un teatro cercano", que conoce y "hace en su vida cotidiana", ya que encuentra la inspiración en eso, en la cotidianeidad, en las conversaciones de un mercado o de un autobús, o en ritos familiares como una cena de navidad, una comunión o una boda.
Y precisamente en esto se basa el éxito de la compañía, nacida en Sitges (Barcelona) en 1983, porque Jordi Milán ha insistido en que "no hay secreto" y en esta profesión "es mejor no querer averiguar mucho", sino entenderla como "un juego" en el que creas algo y haces cosas que al público le gustan.
Y ese juego no lo ha perdido La Cubana en su madurez, aunque en opinión de su director sí "te puede volver serio", un riesgo superado por esta compañía que toca e involucra al público en cada función, que divierte y se divierte, porque si el actor lo hace "como un loro", entonces es imposible que salga bien.
La Cubana es "gente que se divierte haciendo teatro, que le gusta que la gente se divierta alrededor del teatro", ha indicado su director durante la entrevista en el Teatro Principal de Zaragoza, donde decenas de personas trabajan para que mañana, miércoles 13 de agosto, todo esté listo y se suba el telón de "Cómeme el Coco, Negro".
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