Este artículo se publicó hace 13 años.
El director del Festival de San Sebastián dice que se puede hacer un gran certamen
José Luis Rebordinos es desde el 2 de enero el nuevo director del Festival de Cine de San Sebastián, un cargo al que llega con un objetivo claro: que se deje de hablar de la escasez económica del certamen porque está convencido de que con el presupuesto actual "es posible un gran Festival".
Rebordinos (San Sebastián, 1961) señala en una entrevista a Efe que la crisis lo que ha hecho es añadir un inconveniente a un problema económico que es "estructural", porque siempre se ha desenvuelto con unas cifras -en 2010 no llegó a 7 millones de euros- que son menos de la mitad de las que manejan festivales como el de Berlín y Venecia.
"Eso no va a cambiar, no vamos a poder acercarnos a Berlín, al menos en muchísimo tiempo. En vez de decir que 'qué terrible', tenemos que ver qué hacemos con lo que tenemos y creo que se puede hacer algo que esté muy bien. Me gustaría transmitir ilusión, que con ese presupuesto es posible un gran Festival y que vamos a intentarlo", subraya.
Rebordinos, hasta ahora responsable de la Unidad de Cine del Patronato de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián y, como tal, director del Festival de Cine y Derechos Humanos y de la Semana donostiarra de Cine Fantástico y de Terror, lleva ligado al certamen quince años como parte de su equipo de dirección.
Defiende que el actual modelo del Zinemaldia "funciona" y dice que mantendrá "cierta continuidad" con respecto a la era del anterior responsable, Mikel Olaciregui, lo que no significa que se plantee una etapa "continuista".
Las "características" de la nueva etapa se verán en tres o cuatro años, aunque para la próxima edición, la 59, ya están trabajando en "nuevas cositas" que hasta ahora "tenían menor importancia".
Quieren plantear Zinemaldia "no como un mercado, pero sí como un lugar de encuentro con la industria". "La latinoamericana con la española en general, la vasca en particular, y la europea", precisa.
Y están inmersos en algunos proyectos "muy, muy ambiciosos a cuatro o cinco años", relacionados con la formación, la exhibición, e incluso la producción, y a los que tratarán de vincular a otros importantes festivales del mundo.
Es consciente de las críticas que recibió la 58 edición y cree que "hay que asumirlas y estudiarlas con detenimiento porque en casi todas hay un punto de realidad".
"Es cierto que se habló de que el Festival se estaba escorando mucho hacia una línea muy dura, que muchos productores comentaron que se estaba dejando fuera al cine más industrial. Hay que recuperar la ilusión de todos esos sectores que tiene dudas. Me he reunido ya con algunos. Me interesa escuchar a todos, a los que les gusta el certamen, pero especialmente a los que no les gusta", dice.
Asegura que tiene "muy claro" que toda la industria española, desde la que hace cine comercial a la que firma pequeño cine de vanguardia, "es necesaria".
"Si San Sebastián no consigue que la industria española venga al Festival es que algo estaremos haciendo mal, pero todos, también ellos. Este es un matrimonio de intereses. Ojalá luego consigamos que haya amor", destaca.
Advierte, no obstante, de que hay interpretaciones prácticamente antagónicas sobre cuál debe ser la línea del certamen, y se impone como misión buscar el "equilibrio" para que cada sector encuentre "sus películas".
Siente que para organizar la 59 edición le van "a faltar tres meses", esenciales para captar el patrocinio de grandes firmas, y aunque es algo en lo que trabajará "muy fuerte" a partir del próximo octubre, para la 60 edición, tampoco quiere descuidarlo ahora.
"Vamos un poco justos, pero hemos hecho ofertas y en ello estamos", señala Rebordinos, que no descarta si los resultados son positivos poder recuperar la tercera de las retrospectivas del Festival que se ha perdido los dos últimos años por la crisis.
"Estoy lleno de ilusión", asegura.
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