El director del Museo del Hermitage, Mijaíl Piotrovski, exigió hoy que la cantante Madonna evite actos de sacrilegio durante el concierto que ofrecerá el próximo 2 de agosto en la plaza del Palacio de San Petersburgo.

"Pedimos garantías de que en la plaza del Palacio no habrá ningún acto sacrílego. Pueden acusarme de violar la libertad de expresión, pero en esta plaza tenemos un ángel con la cruz", dijo sobre la figura que corona la Columna de Alejandro, erigida en honor de la victoria sobre Napoleón Bonaparte.

Piotrovski recordó que el Vaticano ha criticado la crucifixión en directo de Madonna durante su ejecución de la balada "Live to tell" en su gira 2006, que la Iglesia Ortodoxa Rusa ha calificado por su parte de "sacrilegio" y un acto ofensivo para los cristianos.

El director del principal museo ruso de arte y uno de los más importantes del mundo, opinó que la plaza donde se encuentra el Hermitage no es un lugar idóneo para conciertos como el de Madonna.

Al mismo tiempo, confirmó que el Hermitage ha dado su visto bueno para la actuación de la cantante, pero siempre y cuando se cumplan algunas condiciones, ante todo las relativas al nivel de sonido, según la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Estas condiciones quedarán refrendadas en un contrato que el Hermitage firmará con la corporación PMI, que organiza el único concierto de Madonna en Rusia dentro de la segunda parte de su gira "Sticky and Sweet", que se desarrollará sólo en Europa.

"El nivel del sonido se mide durante los ensayos y el concierto mismo. Esta es una condición imprescindible, que también hemos planteado en anteriores ocasiones", dijo sobre las actuaciones en el mismo lugar del grupo de rock británico Rolling Stones, del fundador de Pink Floyd Roger Waters o el ex beatle Paul McCartney.

Según Yevgueni Finkelstein, presidente de PMI, en la plaza hay espacio para un máximo de 50.000 personas y no habrá un patio de butacas como tal, sino dos tribunas a un metro de altura, además de una zona VIP, mientras que los admiradores más fervientes de la cantante podrán congregarse en otras dos zonas.

Finkenstein agregó que por su concierto en San Petersburgo Madonna cobrará el honorario más modesto en toda la historia de sus giras.

"Venir a San Petersburgo es un deseo expreso de la propia cantante, que recibirá un honorario discreto por este concierto. Para nosotros, este concierto nos aportará sin duda alguna beneficios, a pesar de la crisis. Estoy convencido de que se venderán todas las entradas en unos cuantos días", subrayó.

Madonna ofrecerá así su segundo concierto en Rusia, tras el que dio en 2006 en Moscú, donde, a pesar de las manifestaciones de los círculos religiosos que protestaban por su crucifixión en directo, desarrolló su espectáculo "Confessions" ante más de 50.000 espectadores en el estadio Luzhnikí de la capital rusa.