Por Muhanad Mohammed y Ahmed Rasheed

Dos suicidas se inmolaron el domingo en sendos coches bomba en el exterior de un banco estatal en el centro de Bagdad, causando la muerte de 26 personas y heridas a otras 53, dijeron fuentes de la policía y el Ministerio del Interior iraquí.

El Banco de Comercio de Irak es una de las instituciones financieras más activas del sector público y está al frente de los intentos de animar la inversión extranjera a medida que disminuye la casi guerra civil sectaria de los años 2006 y 2007.

Hace una semana, suicidas y hombres armados atacaron el Banco Central de Irak en un atentado en el que murieron 18 personas, alimentando los temores de que los integristas están tratando de aprovechar el vacío de poder tras las elecciones del mes de marzo, en las que no hubo un claro ganador y que han dejado al país sin un nuevo gobierno.

El portavoz de seguridad de Bagdad, Qasim al Musawi, dijo que dos suicidas condujeron sendos vehículos con unos 80 kilos de nitrato de amonio cada uno hasta la entrada principal del banco y que los hicieron estallar cuando chocaron contra los muros de contención. Según Musawi, el número de muertos era de 18, aunque luego una fuente del ministerio lo elevó a 26.

El edificio resultó gravemente dañado por las explosiones, cinco guardias de la entidad financiera perdieron la vida y otros seis resultaron heridos, según dijo en un comunicado el presidente del banco, Husein al Uzri.

Un empleado del banco que pidió no ser nombrado dijo que los daños y la cifra de muertos habrían sido peores si los guardias no hubieran estado protegidos y las ventanas del edificio no fueran a prueba de impactos.

Al menos dos de los muertos eran agentes de policía que custodiaban unas oficinas cercanas del Ministerio del Interior en las que se expiden documentos de identidad, dijeron fuentes de la cartera.

"Lo siento mucho por lo que está pasando en mi país", dijo Mahmud Asi, que resultó herido junto a su esposa debido a que las explosiones ocurrieron cerca de su casa. Sus ropas estaban manchadas con sangre. "Todos los guardias del banco murieron", añadió.

Responsables de seguridad iraquíes atribuyeron el ataque del 13 de junio contra el banco central a insurgentes islámicos suníes vinculados a Al Qaeda, diciendo que estaban intentando demostrar que siguen en pie de guerra, tras sufrir significativos reveses durante este año, incluyendo la muerte de sus máximos líderes.

Ningún grupo se adjudicó por el momento la autoría del ataque del domingo.