Este artículo se publicó hace 13 años.
Una docena de grandes fondos quiere invertir en las cajas
Creen que pueden conseguir una elevada rentabilidad en cinco años, dado que estas entidades tienen ahora unos precios muy inferiores a los que les corresponden en condiciones normales
Las cajas de ahorros se han convertido en uno de los grandes protagonistas de la vida económica española. Quien más quien menos pone en duda la viabilidad de muchas de ellas y asegura que necesitan una nueva oleada de ayudas públicas, que se añadirían a los 12.000 millones comprometidos por el fondo de rescate (Frob) hasta ahora. Mientras su imagen sufre estos duros reveses, hay una docena de grandes fondos de inversión internacionales (especuladores puros y duros la mayoría de ellos) que están interesados en invertir en ellas. Creen que pueden sacar tajada de la mala situación por la que atraviesan en estos momentos y de la necesidad perentoria que tienen de conseguir capital privado.
Su estrategia inversora, según un alto ejecutivo de una de las cajas que generan su insistente interés, es que ahora están muy infravaloradas y que en cinco años, cuando se haya completado la reestructuración del sector, tendrán un valor muy superior al actual y les aportarán grandes plusvalías. No se trata, por tanto, de inversores que tengan un propósito de permanencia a un plazo muy largo, si bien es cierto que en algunos casos sí podrían sacar del atolladero a alguna entidad.
En el sector han sentado muy mal los avisos de Zapatero
Pero como el interés es marcadamente especulativo, los gestores de las entidades están haciendo con estos fondos (cuando los reciben, que no es siempre) lo mismo que ellos hacen con ellas: estudiarlos a fondo. No quieren captar capital a toda costa, por mucho que el Gobierno y el Banco de España estén apremiando su recapitalización. Quieren que sean inversores que se comprometan con la entidad y con su futuro, y no están dispuestos a dejar entrar en su casa a cualquiera que venga. Hasta ahora, el único fondo que ha reconocido públicamente su intención de entrar en una caja es JCFlowers, que negocia la compra de una participación de Banca Cívica.
Interés del GobiernoEn todo caso, aunque la vocación de estos inversores sea especulativa, cumpliría con los deseos del Gobierno, según lo manifestado ayer por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, y a principios de semana por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Campa aseguró que para la Administración, la "opción más atractiva es que las cajas no recurran al Frob (fondo de rescate bancario), sino que acudan a los mercados". Dar entrada a estos fondos, ya sea con la venta de una parte de las acciones de los nuevos bancos creados con las fusiones o mediante la salida a bolsa, sería una forma de recurrir al capital privado sin necesidad de acudir al Frob.
Los expertos ven muchas vías para captar capital que no sea público
Otra fórmula que el Ejecutivo vería bien según Campa sería la reducción del tamaño de las cajas. Si su riesgo es menor, necesitan menos capital, con lo que en algunos casos no necesitarían recapitalizarse. En el mercado también ven como opciones válidas para superar la situación actual la venta de participaciones industriales, que penalizan mucho la solvencia; la venta de carteras de créditos corporativos o hipotecarios, e, incluso, la emisión de bonos convertibles en acciones de empresas en las que participan las cajas. La Caixa, por ejemplo, podría hacerlo con sus títulos de Repsol, o Caja Madrid con los suyos de Iberia. De esa forma, conseguirían capital a corto plazo y mantendrían sus paquetes accionariales, de los que reciben dividendos.
La salida a bolsa es el camino que buena parte del sector acabará siguiendo, pero la situación actual de los mercados no es la más favorable, aseguran los expertos, que insisten en que este tipo de operaciones puede retrasarse tranquilamente hasta, al menos, 2012. Tampoco la imagen que tienen las cajas en este momento es la idónea para hacer grandes colocaciones públicas.
Desde el sector se quejan de que declaraciones como las de Zapatero esta semana ("soy consciente de que subsisten dudas sobre la vulnerabilidad" de las entidades de crédito) están dañando mucho al sector y están provocando que su valoración sea todavía menor. Aseguran que así se beneficia a los fondos que quieren sacar tajada de las cajas porque cuanto más barato compren mayor será su beneficio final.
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