Este artículo se publicó hace 13 años.
¿Dormir muy poco puede hacernos engordar?
¿Quiere evitar el aumento de peso?Quizá dormir un poco más podría ayudarlo.
Las personas que descansan muy poco comen más y no quemancalorías adicionales, según un estudio realizado en EstadosUnidos y publicado en American Journal of Clinical Nutritionque suma evidencia que respalda la relación entre la falta desueño y el incremento de peso.
Aproximadamente entre 50 y 70 millones de residentesestadounidenses -incluida una cantidad importante detrabajadores con horarios rotativos- padecen privación crónicade descanso y trastornos del sueño, de acuerdo a los InstitutosNacionales de Salud.
"Si usted está intentando controlar su peso, sería útil noprivarse de dormir", dijo Marie-Pierre St-Onge, del Centro deInvestigación de la Obesidad de Nueva York, en el Hospital St.Luke, que dirigió el estudio.
Aunque la investigación más reciente, al igual que otrasque se realizaron antes, no prueba que la falta de sueño hagaque las personas engorden, muestra que dormir bien debería seruna prioridad, señalaron expertos.
St-Onge y sus colegas reclutaron a 30 hombres y mujeres de30 a 50 años, todos con peso normal. Los participantes vivierony durmieron en un centro de investigación durante dos períodosdistintos de cinco noches cada uno.
Durante uno de los lapsos estudiados, se les permitiódormir nueve horas por noche. En el otro período, sólo pudierondormir cuatro horas. En ambos casos, recibieron una dietaestricta los primeros cuatro días de estadía y se les permitiócomer lo que quisieran el quinto y último día de cada lapso.
Pruebas mostraron que más allá de qué esquema de sueñosiguieran, las personas quemaban una cantidad similar decalorías, cerca de unas 2.600 por día.
Pero cuando se les quitaban horas de sueño, se alimentabancon unas 300 calorías más en promedio al final de cada día deestudio, comparado con cuando descansaban normalmente.
Los participantes que dormían bien consumían en promedio2.500 calorías diarias, comparado con 2.800 cuando eranobligados a dormir menos.
Si eso se mantuviera en la vida diaria de una persona,colocaría a quienes no duermen bien en mayor riesgo dedesarrollar obesidad, señalaron los autores.
Los participantes también dijeron que se sentían más lentosy menos enérgicos después a unos pocos días de cumplir con elesquema de reducido de sueño.
Hay algunas explicaciones posibles detrás de esta relaciónentre el sueño y la alimentación, teniendo en cuenta queestudios previos ya demostraron que las personas que duermenpoco queman menos calorías.
Una es que el sueño "parece jugar un papel clave en cómo elcuerpo maneja las hormonas que controlar cuánto hambre tenemos,cuándo tenemos hambre y qué tipos de alimentos deseamos", dijoMichael Grandner, que estudia el sueño y sus trastornos en laUniversity of Pennsylvania en Filadelfia.
Otra explicación es que cuando las personas están cansadastendrían más problemas para tomar decisiones alimenticiassaludables.
"Es posible que cuando uno duerme poco sea más susceptiblea cumplir los deseos" en lo que respecta a la comida, dijoSt-Onge a Reuters Health.
Grandner añadió que es posible que la relación se dé enambos sentidos y que comer mucha cantidad de ciertos tipos dealimentos pueda perjudicar el esquema de sueño de una persona,o que alguien con un trabajo estresante duerma muy poco y comademasiado como resultado.
Descansar mal también se ha relacionado con otros problemasde salud, como la enfermedad cardíaca y la diabetes, que tienensus propias asociaciones con el peso, lo que complica aun másel panorama, agregó.
Los resultados muestran que "el sueño debería ser unaprioridad", señaló el experto.
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