Este artículo se publicó hace 15 años.
Dormir en pareja perjudica seriamente la salud
Un estudio de la Universidad de Surrey revela que una de las causas más habituales del mal sueño es dormir acompañado
Cuando una pareja se va a vivir juntos, normalmente no se plantea comprar dos camas. La costumbre nos indica que lo habitual es dormir juntos, a pesar de que a veces resulte incómodo para alguno de los dos.
Esa costumbre es la que ahora quiere desmontar el Doctor Neil Stanley, que trabaja en uno de los principales laboratorios del sueño en la Universidad de Surrey (Reino Unido).
Según la BBC, Stanley ha realizado un estudio con el que asegura que las parejas sufren un 50% más de problemas a la hora de dormir si comparten la cama. Los ronquidos o que te quiten el edredón y te destapen son causas muy habituales de los problemas de sueño entre la gente que comparte el lecho.
De hecho, el estudio revela que dormir mal está ligado a posibles depresiones, problemas de corazón, golpes, trastornos pulmonares, accidentes laborales y de tráfico y divorcios, a pesar de que esta relación ha sido ignorada como un aspecto importante para la salud.
"Se trata de lo que te hace feliz. Si duermes junto a tu pareja y los dos dormís bien, entonces no hace falta cambiar. Pero no hay que tener miedo a probar algo diferente" dice el profesor, que duerme separado de su esposa.
Una costumbre modernaStanley asegura que históricamente no estamos destinados a compartir nuestra cama. Es más, explica que la tradición moderna de la cama matrimonial comienza con la revolución industrial, cuando las personas se mudan a ciudades masificadas y no tienen suficiente espacio para vivir.
En la antigüedad, antes de la época victoriana, no era raro que los matrimonios durmiesen separados. Incluso en la antigua Roma, la cama matrimonial se utilizaba exclusivamente para las relaciones sexuales, no para dormir. Ante estos ejemplos, Stanley cree que la gente de hoy en día debería hacer lo mismo.
"Todo el mundo sabe lo que es darse un abrazo y decir 'Ahora voy a dormir' e irse al otro lado de la cama. ¿Por qué no ir más allá?", insiste el doctor.
En esta línea, un compañero de Stanley en la Universidad de Surrey, el sociólogo Robert Meadows, ha realizado otro estudio en el que compara como el sueño de las parejas cuando duermen juntas y cuando duermen separadas.
Basándose en 40 parejas, su estudio ha revelado que cuando se comparte la cama, si uno de los dos tiene tendencia a moverse mientras duerme, hay un 50% de posibilidades de que perturbe el sueño de la otra persona.
"La gente cree que duerme mejor cuando están junto a su pareja, pero las evidencias muestran lo contrario" aclara Meadows.
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