Este artículo se publicó hace 15 años.
Dresde y Madrid reúnen sus "Dioses transformados" a la orilla del Elba
El Museo del Prado de Madrid y el Albertinum de Dresde (este de Alemania) han unido fuerzas para presentar a la orilla del Elba sus "Dioses transformados", una excepcional muestra de esculturas clásicas que reúne lo mas notable del Imperio Romano fuera de las colecciones italianas.
El barroco Palacio Japonés de Dresde exhibe desde hoy una muestra similar en obras pero con una nueva concepción a la exposición "Entre dioses y hombres" que pudo admirarse en el Prado hasta el mes pasado.
El comisario de la muestra, Stephan Schröder, subrayó a Efe las coincidencias de ambas colecciones, compradas casi simultáneamente en Italia a principios del siglo XVIII por el rey de Sajonia Augusto el Fuerte y el monarca español Felipe V.
"Ambas se complementan y se completan", añadió Schröder, quien destacó que la temporal conjunción de las 60 piezas permite abarcar toda la época imperial romana como testigos de la cultura y arte de la época, pero también como representación de los precedentes griegos perdidos.
"La exposición en Dresde trata también de revelar la metamorfosis que a lo largo de los siglos y durante las distintas épocas han sufrido muchas de las estatuas que pueden admirarse", explicó Schröder.
A su llegada a España y Sajonia, las estatuas romanas, en su mayoría fragmentadas y con miembros y cabezas perdidos, fueron restauradas y recompuestas por los escultores del barroco, casi siempre modificando su verdadera naturaleza.
Los restauradores de la época llegaron a crear nuevas composiciones con la combinación de fragmentos de distintas estatuas, algo que se aprecia "en el distinto tono de los mármoles" y en los añadidos hasta completar una estatua completamente nueva, explicó Schröder.
En siglos posteriores, tras nuevos descubrimientos arqueológicos, se eliminaron en muchos casos los añadidos del barroco para tratar de devolver a las estatuas su forma original.
La exposición ofrece ejemplos comparativos de una misma estatua en su versión de restauración barroca, con añadidos surgidos generalmente de la fantasía, y la pieza original como fue hallada en su día con la pérdida de extremidades y cabeza.
El título "Dioses transformados" hace igualmente referencia a los cambios sufridos por la imagen de los dioses de la antigua Grecia y Roma, ya que mientras las de origen heleno están rodeadas de un aura de dignidad y seriedad, las realizadas posteriormente enfatizan fundamentalmente su gracia y elegancia.
Mas adelante, los romanos asumieron las estatuas de las divinidades griegas como modelos y las dotaron de rasgos humanos, para apropiarse así de los atributos y poderes de los dioses.
El director de la Colección de Escultura de Dresde, Moritz Woelk, destacó que parte de las piezas del Albertinum "han sido objeto de una importante restauración solo para esta exposición a partir de una investigación científica y una interpretación parcialmente novedosa".
"Algunas de las antigüedades como la mujer de Herculano o el Zeus de Dresde aparecen bajo una nueva luz", comentó Woelk, quien subrayó la excepcionalidad de la muestra por el hecho de que una gran parte de las piezas expuestas no han abandonado Madrid desde hace siglos.
El director general de las Colecciones Estatales de Arte de Dresde, Martin Roth, comentó por su parte que la exposición escultórica, primero en Madrid y ahora a la orilla del Elba, es una muestra de las excelentes relaciones entre el Prado y el Albertinum y expresó su deseo que ambas instituciones aborden en el futuro nuevos proyectos conjuntos.
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